sábado, 31 de diciembre de 2011

Al día: Homenaje al Paris de la opereta, la chanson y el belcanto

El jueves 29 de diciembre y dentro del ciclo Todo Lírica, ha tenido lugar un concierto dedicado al Paris de la ópera, la chanson y el belcanto en el Teatro Principal de Santiago de Compostela. El trío vasco, integrado por la soprano Ainhoa Zuazua, la mezosoprano Marifé Nogales y el pianista Rubén Fernández Aguirre, ofreció un excelente espectáculo. En el programa figuraba una variada selección de canciones, arias y dúos de ópera y opereta de compositores franceses de estilos muy variados: Delibes, Berlioz, Messager, Saint-Saëns, Offenbach y Fauré.
La Voz de Galicia, jueves 29 de diciembre.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Mi caja de música/ Ma boîte


                                                                              Para Raúl, mi querido copiloto

Siguiendo con la música y sus lugares sería faltar a la verdad si no les contase cuál es el lugar por excelencia, hoy por hoy, dónde me entrego a la música sin ninguna restricción: mi coche.
El coche es otra experiencia a la que me incorporé tarde. Cuando nos fuimos a vivir a Viduido no tuve otra opción. Al principio fue duro, me costó, ignoraba aún todo lo que ese espacio iba a depararme además de miedo e inseguridad. Hablo de coche en singular para subrayar su importancia ya que para mí el coche es un objeto simbólico. Un día tuve un sueño que le habría gustado a Freud: iba subiendo una cuesta, cuesta, con dificultad, mi hijo adolescente detrás; me paro y le digo que se baje. El coche  entonces empieza a subir sin problemas pero yo no conducía aunque estaba al volante, ¡iba solo¡, una de mis amigas más queridas estaba a mi lado. Me desperté riendo contentísima. Hasta ahora he tenido tres coches, uno cada 10 años más o menos, siempre pequeños, de ciudad. Pienso en ellos y caigo en la cuenta de que hasta los colores son simbólicos, el primero, un Panda blanco, el segundo, un Arosa azul, el tercero, el que tengo ahora, un Suzuki Alto rojo. Cada uno se corresponde a una etapa y cumple una función. Menos mal que mi hijo en esto del color no se ha fijado aún, habría que oírlo. Francia, mi hijo y yo damos para varios artículos.
 Si soy sincera tendré que decirles que en mis coches ha pasado de todo.
Los años del Panda fueron durísimos. El coche desbordaba de niños. Llevaba los míos y varios de mis vecinos que iban al mismo colegio. Mi hijo que era el mayor del grupo, a mi lado, de copiloto, atrás, cuatro bien apretujados. Discusiones constantes entre la chófer y el copiloto sobre lo divino y lo humano. Dialéctica de alto voltaje, silencio atrás de los cuatro pequeños que seguían la discusión encantados. Algún pequeño susto, alguna parada de los guardias resuelta casi siempre bien, tuve suerte y dí con los pocos que hay compasivos. Sin espacio ni tiempo para la música. Después de dejarlos en el colegio voy al instituto agotada.
A finales de los 90 nuevo coche, nueva etapa. Mi hijo tiene 18 años, lo peor ya ha pasado. El grupo de pequeños, ahora crecidos, se dispersa. Siguen viniendo conmigo los que van al instituto. La vida en el coche cambia, de foro de debate pasa a ser el rincón de las confidencias. Y entonces aparece la música. Hay un consenso no explícito, en el coche se escucha la música que tiene la madre: Sabina, Serrat, Pablo Milanés, con alguna concesión a los chicos, Ismael Serrano, Manolo García...Pasan unos rápidos años y los chicos se van...Me quedo sola en mi Arosa azul. Y empieza la fiesta. Borrachera de música clásica, barroco, barroco, barroco. Bach, sobre todo Bach. Mi equipo no es bueno y un día se para. En septiembre de 2006 se muere mi hermano. La tristeza se asienta, sin música, sin ganas de nada, sólo silencio. Un mes después voy a Viena, al congreso de la FIPF, federación internacional de profesores de Francés y vuelvo con un libro y un disco en mis manos, “Ma vie avec Mozart”d’Emmanuel-Carl Schmitz. Instalo un buen equipo en el coche. Mozart y su C. para piano nº 21, Cosi fan tutte, Ave Verum Corpus, C. para Violín nº3 suenan y vuelven a sonar durante meses. Adiós melancolía.
Mi coche rojo aún no ha cumplido dos años pero ama a Haendel desesperadamente, igual que su dueña. Donna Leon dijo que “Haendel produce adicción”, con motivo de la conmemoración de los 250 años de su muerte en 2009. El jueves pasado el coche me dejó tirada a 2 kms. de mi casa, creo que enfadado con la chófer desde el premio Príncipe de Asturias a Léonard Cohen. El es mucho mas fiel que la dueña y empieza a estar harto de este intruso que susurra: “Danse to the end of love”.
C.G.T.

Lunes 12 de diciembre de 2011

Al día: "El Havre": Un cerezo en flor

El Havre, la última película del finlandés Aki Kaurismäki, se cierra con un cerezo en flor, una epifanía de la felicidad. Es su película más optimista, un sueño benigno para tiempos severos, un cuento de hadas para quienes habitan en los límites de la precaridad. Así la define Jordi Costa en El País, miércoles 28 de diciembre.
 En una entrevista, fimada por Pascal Mérigeau, concedida al Nouvel Obs', 15 de diciembre, Aki Kaurismäki afirma que "Ser humano es tan difícil...  en la vida de cada día es más fácil estar vivo que ser humano." "¿Cómo un hombre tan negro, tan profundamente desesperado, puede escribir y realizar películas tan luminosas, que expresan una confianza extrema en el hombre?", se pregunta el periodista. "Cuando no hay lugar para la esperanza tampoco lo hay para el pesimismo. Fuí feliz el día que comprendí que habíamos perdido la partida, debía tener unos 10 años.Desde entonces pienso en la frase de Buñuel que decía que en un momento dado comprendemos que no nacimos en el mejor de los mundos posibles."
El Havre acaba de estrenarse en España.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Al día: Gide/Barthes. Cuaderno de niebla

Luis Antonio Villena firma en El Mundo, miércoles 28 de diciembre, dentro de la sección Decadencias, una reseña sobre Gide/Barthes.Cuaderno de niebla, que acaba de publicar en Montesinos, J. Benito Fernández, sobre estos dos escritores que a primera vista no parecen tener mucho en común. Sin embargo ambos nacieron en noviembre, ambos padecieron tuberculosis, ambos tuvieron una madre protectora y dura. Uno fué narrador, el otro ensayista. Gide representó la libertad absoluta. Homosexual declarado, anticolonialista, intelectual comprometido, premio Nobel en 1947. Roland Barthes fué un homosexual oculto, un intelectual subersivo unicamente en sus métodos. A pesar de las similitudes apuntadas, hay algo que los separa. Gide vive la ruptura de siglos de represión, de ahí su sed de libertad. Barthes conoce el fracaso de varias utopías  lo que trae consigo el miedo a la libertad . L. A.V. 

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Al día: Le Petit Prince entra en el Museo

E l 14 de diciembre le Petit Prince entró en el Museo Grévin de Paris. Flanqueado por le zorro y por la flor de las 4 espinas en su globo de cristal, el niño soñador se instaló cerca de otros iconos como Titeuf y Laura Croft. Vestido con una capa azul, posa  encima de la mitad de un planeta en un universo salteado de estrellas. El escultor Stéphane Banet, que trabajó 6 meses en el proyecto, quiso darle la apariencia del personaje de la serie de televisión difundida este año por France 3. El productor de la serie mantuvo intacto el relato del encuentro entre el hombrecito y el piloto, ese producto de pura poesía traducido a 220 lenguas desde su publicación en 1943. El nuevo "interno" del museo de cera no se parece por lo tanto al niño de la bufanda pero no importa. "Solo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible para los ojos."
Le Nouvel Obs' del 15 al 21 de diciembre

martes, 27 de diciembre de 2011

Lugares para la música

          
                                                                     Para Mathilde Ravailler

“Allí dónde hay música, no hay lugar para el mal.”Miguel de Cervantes.
“La música es la lengua de las emociones.”Emmanuel Kant.
“Sin la música la vida sería una fatiga, un exilio, un error.”Friedrich Nietzsche.
“Cuando no me ve nadie, como ahora, gusto de imaginar a veces si no será la música la única respuesta posible para algunas preguntas.”Antonio Buero Vallejo.

 Traigo aquí estos pensamientos para ilustrar el papel de la música en nuestras vidas. Es el arte que quizás más nos iguala, al que, en general, somos más sensibles. Hoy los jóvenes y algunos menos jóvenes han hecho de ella su religión.
Si hablo de mi experiencia reconozco que no siempre fue así. Cuando yo era niña se cantaba mucho, sí. Las madres cantaban coplas y boleros mientras hacían las labores de casa, y los chicos y chicas las melodías francesas e italianas en aquellos pic-ups de los primeros guateques hasta que llegaron los Beatles y todo cambió. En cuanto a la música culta, estarán de acuerdo conmigo que era entonces algo privativo de las élites. En los colegios no recibimos ninguna formación oficial. Llegué tarde a la música clásica, de mi infancia solo conservo el gusto por la música antigua y barroca, influencia sin duda  de la que acompañaba a los oficios religiosos en el Monasterio de San Rosendo, a los que siempre era la primera en querer asistir . El año que pase en Burdeos de assistante de español conviví con otra assistante austríaca que me inició en ese mundo maravilloso hasta entonces desconocido para mí. De ella solo recuerdo su pelo rubio y su violín. En cambio conservo en sus fundas, azul y verde los primeros discos que compré, siguiendo su consejo, en un gran almacén, “Aux Dames de France” hoy “Galeries Lafayette”: “Las cuatro estaciones” de Vivaldi y “El Cascanuesces de Chaikovski”.
Y hablando de la importancia del lugar en algunas experiencias, confieso que en cuanto a la música tengo mis pequeñas manías. No me encuentro cómoda en las grandes salas de conciertos de los nuevos auditorios, no me concentro, todo me distrae y la música se me escapa.  Prefiero sin ninguna duda los espacios pequeños.  Les invito a hacer conmigo un recorrido, por nuestra ciudad, Santiago, por algunos lugares en los que he sentido ser parte de un todo sublime en comunión con los demás. Iglesia de Santo Domingo de Bonaval, jueves 15 de septiembre 2011, festival de Músicas da Itinerancia, música medieval y del renacimiento. El grupo danés “Via Artis Consort, bajo un foco de luz, al pie del ara desnuda, con su cítola, su arpa, su viola de gamba, rompe a tocar y suena  la voz de mujer que entona el Gaude Maria. El mismo encantamiento que sentí hace unos años en la Iglesia de Santa Clara, en el curso de otro festival, Músicas Contemplativas, esta vez el conocido grupo de Cámara The English Concert con Haendel, cálido y vibrante, en una fría noche de primavera. Sin olvidar la Iglesia de la Universidad, San Pelayo, El Carmen, San Roque, lugares tan íntimos, como solemnes que acogen esos momentos robados en los que la música, todo lo transforma, llenándolo de luz.
Hay por supuesto otros espacios, no sacros, propicios a la magia de la música. Hoy para terminar, les invito a la última copa en otro lugar, otra música: el club de Jazz Dado-Dada, tan parisino, tan Saint-Germain- des- Près. Imagino así les caves existencialistas frecuentadas por Sartre, Camus y la Beauvoir. Estuve allí hace un par de noches con la assistante de francés del instituto, Mathilde Ravailler. El ambiente, la música, la compañía, anularon el tiempo, veía a Mathilde y me veía a mí, hace tantos años, cuando llegué a Burdeos. Otro circulo que se cierra: Mathilde viene de Burdeos....
C.G.T.

Lunes 5 de diciembre de 2011

Al día: Anne Sinclair, un enigma francés

¿Por qué continua Anne Sinclair junto a Dominique Strauss-Khan? ¿Es orgullo, sumisión , valentía? ¿Es Anne una mártir o una sofisticada libertina? Estas son las preguntas que plantea la periodista Cecilia Verquizas en el magazine Mujer hoy del 24-25 de diciembre. En su información trata de encontrar la razón por la que Anne Sinclair sigue al lado de su marido a pesar del último escándalo.
 "Nací gracias a Anne" decía él. "Nuestra conoexión fué inmediata" revelaba ella. ¿Es esta la clave de su indestructible unión," un amour fou"? La periodista aventura una aproximación  al modelo de pareja Sartre-Beauvoir. Anne la mujer "necesaria" frente a las mujeres "contingentes", un invento de Sartre de hace 60 años.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Al día: Para matar el recuerdo

Manuel Hidalgo firma el artículo que lleva este título em El Cultural, 22-29 de diciembre de 2011. "Para matar el recuerdo. Memorias españolas" de Jean Claude Carrière, aparece ahora en España publicado por Lumen, unos meses después que en Francia. El autor, íntimo amigo de Buñuel fué el redactor de "Mi último suspiro", 1982. Luis Buñuel es también el eje fundamental de este nuevo libro aunque Carrière quiere, de igual modo, fijar en él su visión de España, la España que conoció trabajando y viajando con Buñuel. Para Manuel Hidalgo el libro permite a Carrière una descripción de lo que se podría llamar "el alma española", estructurada, según él, entre la paradoja y el irracionalismo. Es un libro interesante, entretenido y que proporciona ideas para meditar. M.H.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Al día: "The artist": El silencio es oro

Con este título firma Eduardo Galán su crónica de cine en La Voz de Galicia, martes 20 de diciembre. Ambientada en el Hollywood de fines del cine mudo y comienzos del sonoro es según E.G. un virtuoso ejercicio de estilo pero con mucho corazón.El filme del cineasta francés Michel Hazahavizius ha recibido numerosos reconocimientos, en Cannes, en San Sebastián, en la reciente edición de Cine Europa en Santiago de Compostela. La revista Times lo ha seleccionado como el mejor filme del año. Rocío García en Cine/Babelia , El País, 10/12/11, define al director como : "El último creyente en el poder del cine sin palabras".

sábado, 24 de diciembre de 2011

Al día: M.Houellebec recibe el premio Niram Art en Madrid

El día 17 de diciembre, en el Centro Cultural de los Ejércitos, Michel Houellebec recidió el Gran Premio Niram Art de la Literatura, galardón Mihail Sebastián, en reconocimiento  al conjunto de su obra. En el mimo acto, César Antonio Molina recibió el Niram Art de Poesía, galardón Tristan Tzara por su libro "El fin de Finisterre". El martes 20 de diciembre Michel Houellebec se reunió con sus lectores en la Facultad de Ciencias de la Información de la Univesidad Complutense de Madrid. Luis Alemany firma en El Mundo, 24 de diciembre, la entrevista previa a este encuentro. Entre las respuestas destaca la que formula a su pregunta sobre si comparte la idea extendida de que su novela "El mapa y el territorio", es un houellebec amable: "El mapa y el territorio" habla sobre la muerte y la pérdida de las personas queridas. Hay un consenso: la muerte es triste. Por eso la novela parece amable". Sin embargo si aborda otros temas, Houellebec sigue repartiendo desasosiego.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Collioure. La tumba de Machado

                                                                                   
                                                                                        Para Irene que pensó en mí en Collioure

Hace apenas dos años leí en El PAIS, una columna de Almudena Grandes (23-2-2009) en la que con un tono airado hablaba de este lugar como un “sitio espantoso”, “una tumba pequeña, indigna, pobre, ajena y sobre todo fría, muy fría”. Tuve que leerlo varias veces. No lo entendía, ya que mi percepción de ese lugar que no conozco, que nunca he visitado, era radicalmente distinta. Yo que he vivido y vivo con frecuencia por procuración he hablado frecuentemente sobre ese lugar al que siempre he deseado ir y espero poder hacerlo algún día. En uno de los boletines de la Asociación de Profesores de Francés de Galicia, creo que en el nº 3, en el artículo “Chemin Faisant” le dediqué unas líneas .Una de mis colegas, entonces vicepresidenta de la Asociación lo visitó ese mismo verano. En agosto de 2008 estuvo mi hija. Las dos me hablaron del encanto del pequeño cementerio, de la calma del lugar, de esa tumba cubierta de flores, de macetas, de placas que evocan sobre todo el paso de numerosos grupos de alumnos de instituto. No olvidemos que Machado fue profesor de francés gran parte de su vida. Mi hija lamentó que no hubiese un recuerdo del centro donde trabajo. Las dos sonreímos convencidas de que Machado debe encontrarse bien en tal compañía.  Todo parece en consonancia con los deseos del escritor. El mismo escribió los versos que figuran en el epitafio:”Y cuando llegue el día del último viaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontrareis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo como los hijos de la mar.
 Hace unas semanas, a finales de septiembre hablé por teléfono con Marie Claude Bardet, otro de mis valiosos contactos en Francia, profesora de Historia en Tours, después de haberlo sido 20 años en el Lycée Français de Madrid. Y de nuevo el azar se asoma con su media sonrisa: Marie Claude y su marido se iban ese mismo día a Collioure de vacaciones buscando el sol y el calor del sur. Precisamente ese día, que bien de mañana me había puesto a escribir sobre ese lugar. Le pedí que preguntase en el ayuntamiento el  procedimiento a seguir para instalar una placa conmemorativa más en su tumba, también cómo conseguir los dos escritos aparecidos en el País, la columna de Almudena Grandes así como la respuesta del Alcalde de Collioure unos días después. Enseguida recibí sus respuestas. Para la colocación de la placa, además de solicitar el permiso del Ayuntamiento es indispensable acudir en peregrinaje al lugar. Lo propondré a la Asociación para la próxima Asamblea General. Sería un modo de no aplazar por más tiempo el viaje. En cuanto a los textos, me envió una copia de cada uno de ellos, si el tema les interesa, pueden conseguirlos en la hemeroteca del País, en las siguientes fechas: “PARA ANTONIO” Almudena Grandes (23-2-2009). La tumba de Antonio de Antonio Machado. Michel Moly(Alcalde de Collioure)- (Francia-03-03-2009).Y juzguen ustedes mismos.
Este verano, en Biarritz, le comentaba mi deseo, aún sin cumplir, de ir a Collioure, a mi amiga Annie Dupouy de la que tantas veces les hablo, ya que tenemos una gran complicidad y entendimiento. Yo la considero mi maestra más aún ahora que me falta mi marido. Percibí que sin pretenderlo, había tocado la sensibilidad de mi amiga en un punto especialmente sensible. Con lágrimas en los ojos y la voz quebrada me contó su visita también reciente a la tumba de Machado acompañada de un grupo de amigos que no entendieron hasta qué punto estaba conmovida. Me contó cómo rompió a llorar junto a la tumba. Me contó cómo sintió que el país que ella tanto ama, España, se unía sobre la losa de piedra machadiana: Vascos, catalanes, gallegos, de todas partes, dejaban sus ofrendas reconociéndose en su figura, en su recuerdo, por encima de las diferencias que nos empeñamos en sembrar. Oyéndola, las lágrimas resbalaban en mi piel, conmovida a mi vez, ante ella, una francesa emocionada viendo el milagro logrado por Machado.
C.G.T.
Lunes 29 de noviembre de 2011

Al día: Muere el alma de la librería parisina Shakespeare and Company

George Whitman, el hombre que creó esta institución cultural de la rive gauche, falleció el 14 de diciembre en el propio establecimiento, dos días después de cumplir 98 años. Shakespeare and Company es probablemente la librería más famosa del mundo. Situada a orillas del Sena frente a la catedral de Notre Dame, siempre fué mucho más que una tienda de libros. Un local con montones de libros viejos y nuevos apilados en completo desorden, sofás para leer o echar una cabezada, un primer piso para alojar  a los escritores sin posibles que pasaban por Paris. George Whitman con una vida llena de aventuras, era conocido como el Don Quijote del Barrio Latino por su libertad de espíritu, su excentricidad y generosidad.
Es una información de El Mundo, jueves 22 de diciembre.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Al día: Exposición Boris Vian en la BNF

Manuel Rodríguez Rivero en la sección Idolos en la cueva  de El País, miércoles 21 de diciembre, con motivo de la exposición de la Biblioteca Nacional de Francia sobre Boris Via, revisa la figura y el papel del artista en el Paris liberado de la postguerra. Saint Germain- des- Prés fué en ese momento el centro de un mundo donde todo parecía posible, con sus cafés de día y sus caves de noche.El mejor lugar para potenciar todo el talento de Boris Vian, (1920-1959), novelista, letrista, pintor, músico, productor musical...Siempre fué varios siendo uno. La espuma de los días es su obra maestra, un emblema literario y transgeracional, "los jóvenes se reconecen en ella y los adultos se reencuentran con un lejano doble de sí mismos."M.R.R.

BNF Paris, Exposición Boris Vian, 18 de octubre de 2011- 15 de enero de 2012.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Al día: Una nueva traducción de Rabelais

Alberto Manguel, El País, martes 20 de diciembre, comienza su artículo dedicado a Rabelais, destacando la influencia del lugar donde vivimos en nuestra imaginación. Manguel, ahora, vive en Francia, en el sur del Loira, donde la presencia de Rabelais es contundente. Ha leído a Rabelais en el original francés, en inglés, en alemán, en la traducción al castellano de Eduardo Barriobero. En ninguna, ni siquiera en el original, ha encontrado la claridad de expresión, el humor, la invención, la inteligencia que acaba de descubrir en la traducción de Gabriel Hormaechea con prefacio de Guy Demerson. "El lector español ya no tiene excusa para desconocer la obra de Rabelais."

François Rabelais, Gargantua , Pantagruel. Acantilado Editorial.

martes, 20 de diciembre de 2011

Lugares no comunes: El camino de Viduido

                                                                             Para Elvira Formoso que me acompañó a Limoges


Supongo que más de una vez habrán pensado que hay lugares que juegan un papel destacado en nuestras vidas, bien porque los asociamos a algún acontecimiento importante para nosotros, bien porque parecen ser los detonantes de ese acontecimiento. Son sitios dotados de una luz particular, con una belleza difícil de explicar para aquellos que no los conocen. Todos son distintos pero tienen algo en común: “le génie du lieu”. Son esos lugares mágicos que entrañan poderes. Y no solo en sentido positivo, los hay también que saben a desgracia para siempre. Hoy, un día tristón de este octubre que se muere, tal vez si les hablo de un cierto lugar que alegró más de una vez  mis días, ahuyentaré la melancolía a la que soy tan propicia.
 En los 22 años que llevo viviendo en el lugar de Viduido de Abaixo, en la campiña cercana a Santiago, mis paseos de fin de semana desde mi casa en Las Mimosas al  Milladoiro se han convertido  casi en una necesidad. Primero fueron una disciplina que me imponía las mañanas de los domingos, para hacer ejercicio. Pronto empecé a disfrutar del olor de la tierra y de las plantas, el viento suave en mi cara, el rumor de un trozo de bosque y sobre todo del encuentro con algunos otros vecinos andariegos. Los primeros 10 años los recuerdo con una cita que no fallaba, el saludo de un paisano, más joven que viejo, con alguna deficiencia mental. Con su sonrisa permanente, su boina, empujaba un destartalado carrito de bebé lleno de leña u otros enseres. Vivía en una casa al borde de la carretera. Nos encontrábamos casi en el mismo punto y a la misma hora, en el tramo de su casa a la iglesia. Deje de verlo hace tiempo. Lo eché de menos, su presencia era un buen augurio para mi semana que empezaba.
En el verano de 2004 todas las potencialidades mágicas del camino se dispararon ante mí, como en la película “Cuando menos te lo esperas”. Llevaba varios años gestionando sin éxito un encuentro con el escritor Manuel Rivas. Mis colegas francesas de Limoges tenían un gran empeño en conocerlo personalmente. Estudiaban con sus alumnos “El lápiz del carpintero”, motivo de su deseo de conocer los lugares de la obra, motivo de su intercambio con nuestro instituto que se repitió durante tres años. Pero el escritor se escondía, se escondía. Se escondía esperando tal vez encontrar la ocasión de mostrarse como le correspondía. Y un día, una mañana nublada cuando volvía a casa con la barra de pan asomando de un cesto verde, regalo de Annie, de pronto le ví, en le camino de Viduido. Apoyado en su coche, con el semblante serio de alguien que se siente perdido. No había nadie más por allí. Le ví desde lejos, dudé de mí misma, deseando en el fondo que no fuese él, sin ganas del asalto al que me veía obligada. “Lo siento por Paloma y Cécile” pensé, “lo saludo y paso de largo, no estoy implicada”. Al llegar a su altura quise acelerar el paso pero él me abordó preguntándome no el camino de Viduido, todavía peor, el camino de Las Mimosas, es decir de mi casa. Le expliqué como pude, nos despedimos y al dar media vuelta oí: “Señora, se vai as Mimosas, se quere, eu podo levala no coche”. Imposible negarme, además ¡qué caramba! demasiadas señales par hacerme la tonta. Lo primero que quise, sentada a su lado, fue preguntarle si era él de verdad. Cuando supo lo contenta que estaba por haberlo encontrado fue amable, cercano.  Aceptó la propuesta de reunirse con profesoras y alumnos, me regaló uno de sus libros. Tres meses después volvimos a vernos, el grupo completo, al pie de la Torre de Hércules. Nos dedicó una tarde que terminó firmando uno de sus libros, el que cada uno habíamos elegido. En la primera página en blanco de ¿“Que me queres amor?” me dejó el flash del instante, en forma de flor, lo que fuí para él en el camino de Viduido: “A Carme, unha barra de pan, unha nube de estorniños, unha rosa do vento, un paxe de ourizos do mar”. A Coruña, 5-XI-2004, Manuel Rivas.
C.G.T.
Lunes, 22 de noviembre de 2011

Al día: Reparando la memoria del abuelo

Los nietos de Louis Renault, fundador de la fábrica francesa de automóviles, quieren desligar el nombre de su abuelo de los nazis. El año pasado consiguieron que el Centro de Memoria de Oradour-sur-Glane, creado para conmemorar la matanza cometida por los nazis en esa localidad en 1944, retirase una fotografía de su abuelo en la que aparecía con Hitler y el comandante Göring. En el pie de la foto se indicaba que Renault fabricaba tanques para el ejército alemán de esa época. Ahora sus nietos reclaman una reparación del Estado por la nacionalización de la empresa en 1945 por su colaboracionismo con la ocupación nazi. Se reabre así el debate sobre el papel de Renault durante la ocupación alemana de Francia a partir de 1940.
Información de El País, lunes 19 de diciembre, firmada por Ana Teruel.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Al día:De Paris a Málaga: Giacometti en el museo Picasso


El museo Picasso de Málaga acoge una exposición sobre la obra de Giacometti hasta el 5 de febrero de 2012 (XL El Semanal, 18-24 de diciembre). Suzanne Miralic, la autora del artículo, destaca algunos momentos de la vida del artista que decidirán su futuro. En la Navidad de 1915, un chico suizo de 14 años regresa a su casa desde el colegio, un internado, para reunirse con sus padres. En Chur, mientras espera el tren ve en una librería un tomo sobre Rodin. Lo compra aunque se queda sin dinero para pagar la pensión de esa noche. Con su bolsa de ropa y el libro atado a la espalda se echa a losAlpes andando, de noche, a 1800 metros. Llega a casa agotado, a las 5 de la mañana, aferrado a su tesoro. Será uno de los artistas más importantes del siglo XX. En 1922 se instala en Paris dónde desarrolló su obra que pasó por diversas etapas pero siempre siendo fiel al dibujo previo. Una de sus obras más conocidas, Hombre caminando, considerado un autorretrato, se vendió en Sotheby's por 74'1 millones de euros en 2010. Murió en el hospital de Chur, la misma ciudad  en la que el niño de 14 años había comprado su primer tesoro, el gran libro de Rodin.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Al día: El hombre que vivió del cuento

Así titula "El Mundo", sábado 17 de diciembre, la noticia sobre la publicación de los Cuentos Completos de Guy de Maupassant por la editotial Páginas de Espuma. Mauro Mariño, traductor y editor de la obra, destaca la capacidad de inmediatez del autor, así como su análisis directo de la realidad, su mirada periodística, su brevedad que tanto se aproxima a nuestro tiempo por la velocidad de internet. Mauro Mariño nos explica que Guy de Maupassant publicaba sus relatos en "Gil Blas", una revista parisiense seguida por lectores de clase alta, y en "Le Gaulois",  que a pesar de ser más conservadora, no impidió que el escritor ejerciese su crítica y su independencia. Fué un trabajador infatigable que dejó una monumental obra compuesta de novelas, libros de viajes, crónicas y cuentos.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Orejas de burro/Bonnet d'âne

                                                       Para Ana y Jose Ramón Mojón

Mi cuarto artículo titulado “El primer naufragio” ha suscitado diferentes reacciones en mis lectores que me gustaría tener en cuenta a la hora de redactar este nuevo artículo. Hablo de lectores secretos ya que los artículos esperan un espacio para ser publicados. Se los envío a algunos de mis amigos, los que me mostraron más interés cuando por fin me decidí a escribir de una forma regular y constante. Estos “supporters” que me siguen me comunican sus impresiones sobre lo que escribo. Una enorme ayuda para mí en estos primeros pasos dentro de la escritura. Es así que mi cuarto artículo, a pesar de que yo había advertido que los tres primeros eran una especie de declaración de principios, una explicación sobre mi deseo de escribir, desconcertó a dos mis lectoras. Una de ellas me dijo con toda franqueza que no había entendido nada, la segunda advirtió un cambio de rumbo que me pareció decepcionarle... Y el tercer comentario vino de un amigo entusiasta que no percibió ningún cambio valorando mi capacidad de enganchar al lector con cualquier tema. Mis dos primeras lectoras estarán contentas con el de hoy. Presentaciones hechas sin querer aburrir a nadie con mi historia vuelvo sobre una experiencia determinante en mi recorrido vital.

Desde principios de los 70, cuando me estrenaba como profesora en Orense, leo todas las semanas Le Nouvel Obs’, una mina informativa para mí sobre la sociedad francesa. A decir verdad compro más que leo, por falta de tiempo. Pequeñas montañas de Nouvel Obs’ esperan pacientes su turno a mi lado, en la mesa de la cocina, mi lugar favorito para leer. Y en uno de ellos del mes de septiembre encuentro la frase que decide este texto: Bonnet d’âne pour l’Éducation Nationale: Orejas de burro para la Educación Nacional. Esta apelación de un castigo, al parecer habitual en otros tiempos, me trae el recuerdo de la herida más humillante que sufrí siendo una niña de unos 7 años. Marcó el principio del fin de mi infancia, de aquel paraíso donde me movía feliz, disfrutando de la alegría de vivir. Vivía entonces en Celanova, iba al colegio, el único que había, de las monjas franciscanas. Era, según contaban mis padres, una niña muy segura de mí, muy independiente y sin pelos en la lengua, acostumbrada a decir siempre lo que pensaba lo que ocasionó alguna escena comprometida para mi madre ya que nunca cumplía sus recomendaciones de no repetir todo lo que oía en casa. ¡La verdad me podía! Una de mis compañeras de clase recibió de una de nuestras monjas dos sonoras bofetadas por algo que no hizo bien, no lo recuerdo. En la puerta del colegio informé a su madre de lo sucedido con todo lujo de de detalles, sé que nombre el color rojo de las mejillas después de las bofetadas. Cuando volví al colegio por la tarde, era una tarde luminosa de mayo, tuve un presentimiento de que algo iba a suceder. Y lo que sucedió fue inimaginable: la monja pegona, tan pronto me vió, vino llena de furia hacia mí y sin ninguna explicación me colocó unas enormes orejas de burro de cartón, completadas por un papel sobre el cartón que cubría mi frente , sujeto con unos alfileres, era la clase de labores, con el siguiente texto: “Por mentirosa y tramposa” . Y así estuve toda la tarde, muerta de vergüenza, comiéndome las lágrimas y sin entender nada. Por si fuera poco, a la hora del rosario, era el mes mayo, salíamos todas al patio a cantar el rosario juntas para terminar en la capilla, yo con mis orejas puestas ahora sobre un velo blanco, largo, la primera del cortejo.

Muchos años después, durante un intercambio con un instituto de Limoges, las profesoras de español Paloma Léon y Cécile Lainé nos ofrecieron como actividad una visita a Ambazac. Nos habían preparado la sorpresa de la irrupción de otro cortejo: el de la Académie des Ânes . Esta institución mantiene viva la broma que Molière gastó al Marqués de Ambazac, haciéndole creer que sería recibido en la Académie Francaise, se encontró en lugar del bicorne que llevan los académicos con un bonnet d’âne. Así ataviados se presentaron los miembros de la Academia de Ambazac. Durante el picnic que siguió a la llegada del cortejo, conté a los reunidos “mis orejas de burro”. Uno de los señores participantes se levantó muy serio y me regaló su bonnet d’âne, en papel verde y dorado, como desagravio a la niña que no sabía que la verdad tiene siempre un precio.
C.G.T.
Lunes, 15 de noviembre de 2011

Al día:La RAE culmina su Nueva Gramática. Miles de acentos, un solo idioma

El título de esta noticia de El País, 16 de diciembre, sobre  la publicación del tomo de fonética y fonología de la Nueva Gramática de la RAE (Real Academia Española) destaca las palabras del profesor Blecua, director de la Academia y coordinador de esta obra: "No existe una lengua mejor que otra. En ningún sitio se habla el mejor español del mundo." El profesor Blecua atribuye a Mme. d'Aulnoy, una viajera francesa del siglo XVII el viejo mito del español de Valladolid que, según ella, sería el mejor español. 

viernes, 16 de diciembre de 2011

Al día: La Fundación Risco edita en gallego "Pan Negro"

La Fundación Vicente Risco y  la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Orense presentaron ayer la versión en gallego de "Pa Negre", la novela de Emil Teixidor que sirvió de base para la película que arrasó en la última edición de los Goya y que llevó al cine Agustín Villaronga. (La Voz de Galicia, jueves 15 de diciembre).
G.Emmanuel Clancier publicó en 1956 "Le Pain Noir", el primero de cuatro libros, el último es de 1991, de un relato, titulado en su totalidad "Le Pain Noir", "EL Pan Negro" que narra la vida en el Limousin desde 1870  a los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. "Le Pain Noir" es un libro muy conocido en Francia porque además existe también  una serie para la televisión de 8 episodios, de los que se difundieron 4  entre 1974 y 75. Emmanuel Clancier recibió, en 1971,  el Gran Premio de literatura de la Academia Francesa por el conjunto de su obra.
Me llama la atención que en España nunca se haya hecho la más mínima mención ni al libro ni a la serie  que llevan el mismo título  que la obra catalana tan aclamada.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Al día: "Estos días azules y este sol de la infancia"

Abro la nota de hoy con el último verso escrito por Antonio Machado. Lo encontró su hermano José en un bolsillo de su abrigo. En los Obituarios del País, miércoles 14 de diciembre, hay dos textos dedicados a Eulalia Machado, sobrina del escritor. Niña de la guerra en Moscú, se reune con su padre José  y con  sus hermanas en Chile en 1947, regresa a España en 1970. Dedicó los últimos años de su vida a mantener vivo el recuerdo de su tío. Entre otras iniciativas destaca la entrega a la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales de un valioso manuscrito inédito, publicado por esta entidad en 2010. Es un manuscrito de su padre José donde relata los últimos días del poeta que murió en la pensión Quintana de Colliure, 26 días después de haber cruzado la frontera a pie junto a su madre.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Al día: The Mousetrap (La Ratonera), 60 años en escena

La escritora Patricia Cornwell, ganadora del premio RBA de novela negra, en una entrevista publicada en El Mundo, 13 de diciembre, comenta que lo que más le llama la atención de Londres, lugar de la entrevista, es que ha visto que The Mousetrap, la obra teatral de Agathe Christie, lleva representándose 60 años seguidos.
La Chantatrice Chauve et La Leçon de Ionesco, se representan sin interrupción desde 1957 en el Teatro de La Huchette en Paris. Baten el record mundial de longevidad sin interrupción en el mismo teatro en 1979. Sin embargo el récord mundial de puesta en escena desde 1952 es para The Mousetrap aunque no siempre en el mismo teatro.
El Teatro de La Huchette recibió un Molière d'honneur en el 2000 por su fidelidad a Ionesco.

martes, 13 de diciembre de 2011

El primer naufragio

Pedro J.Ramírez, el director del Mundo, acaba de publicar “El primer Naufragio”. Todos los periódicos hablan de este libro. Feliz coincidencia para mí que en estos días me estreno como articulista aficionada, ya que el tema del libro “El Terror”, la deriva de la Revolución Francesa y sus efectos me han interesado mucho en estos últimos años tanto como lectora como punto de partida para algunas de las clases más gratificantes de mi vida de profesora. Enseño a alumnos de niveles muy diferentes desde los que empiezan la ESO (Enseñanza Secundaria Obligatoria), hasta a los de Bachillerato. No hay nada más triste para un profesor que verse frente a una clase en la que reina el aburrimiento y la decepción. Y eso ocurre por supuesto algunas veces. Pero como no hay ninguna clase igual a otra, lo mismo que todos los cursos escolares son diferentes, podemos compensar y así olvidamos el sentimiento de fracaso cuando caemos en una clase de alumnos excelentes que nos permiten ir más allá de lo marcado estrictamente por los manuales. Intento, en la medida de lo posible, llevar a mis clases lo que descubro tanto como lectora como observadora de mi objeto de estudio, de trabajo; en realidad  de mucho más que esto, de un proyecto de vida que es lo que ha sido y sigue siendo Francia para mí.
Les propongo que observemos juntos algunos puntos de vista de varios ciudadanos franceses sobre los excesos de la Revolución de 1.789.
En el año 2002, en la pequeña librería “Books Store” de Biarritz donde suelo pasar una parte de mis vacaciones con mis amigos Annie y J. Pierre Dupouy, veo por primera vez el libro que será el detonante de mi nuevo acercamiento a la Revolución Francesa: “La chambre” de Françoise Chandernagor. Conocía a la autora, la primera mujer nombrada en 1969“major”de la ENA (Escuela Nacional de la Administración), y que formó parte del Consejo de Estado. En 1993 abandona su carrera en la Administración para dedicarse a la escritura. Es también miembro de la Academia Goncourt desde 1995. De ella había leído unos años antes “L’Enfant des Lumières” magnífico documento sobre el siglo XVIII cuando todo en Francia se preparaba para la Revolución. El texto de la contraportada de la edición en libro de bolsillo de “La chambre” no me hizo dudar y salí con el libro en la mano. Se lo recomiendo. Es estremecedor. Se lo presté, porque ella me lo pidió cuando lo presenté en clase, a una alumna bilingüe procedente de la emigración en Suiza. Me lo devolvió a los pocos días, no podía seguir leyéndolo. Está publicado en España, Edhasa, 2004. La autora nos relata la vida de un niño abandonado en una torre, durante tres años, de la que sale muy enfermo para morir. Es el hijo pequeño de Luis XVI, Luis XVII, el último Delfín de Francia.
Poco tiempo después descuri una película, aunque anterior en el tiempo, “LAnglaise et le Duc”de Eric Rhomer, 2001. Una película muy peculiar dentro de la filmografía de este director. Bellísima por sus imágenes de Paris en color sepia en la que cuestiona la crueldad de la Revolución. Más recientemente, una segunda película en las antípodas de la de Rhomer pero mucho más próxima a los alumnos tanto por la estética como por el modo de narrar, “Maria Antonieta” de Sofía Coppola, 2006; a pesar de las duras críticas que recibió la cineasta su película es un documento de gran utilidad para nuestra clase como preparación del viaje anual a Paris, en el que siempre hay una visita a Versalles.
Me hubiera gustado finalizar este texto con una referencia a “Los Once” de Pierre Michon, premio de la Academia Francesa 2009, pero el libro se merece un artículo para él solo que escribiré en otra ocasión en la que volveré sobre ese primer naufragio de la democracia que supuso el Terror.
C.G.T.
lunes 8 de noviembre de 2011

Al dia: Manoel de Oliveira cumple 103 años

Soy una lectora voraz de periódicos, unos cuatro al día, pero como todo lo que se hace en exceso no lo hago bien, al menos no de un modo convencional. Cuando puedo les echo un vistazo rápido por la mañana, los leo con cuidado por la noche, al día siguiente o algunos días después; las noticias que me interesan son menos perecederas. Para disciplinarme intentaré hacer una pequeña nota cada día sobre una de ellas. En el Correo Gallego de ayer he visto una mini noticia, foto y pie, sobre el cumpleaños del director de cine portugués Manoel de Oliveira.  Pensé al momento en la única película suya que he visto: "Um filme falado". La ví en Madrid, hace unos años, pero la recuerdo bastante bien. El viaje que emprenden de Lisboa a Bombay una profesora y su hija es el motivo para recrear la historia y civilización del Mediterráneo. Me dieron envidia las viajeras....
Val d'Abraham su película de 1993, una adptación de la novela de Agustina Bessa Luis, es una transposición de Madame Bovary en el Portugal contemporáneo.
Felicidades, cumplir 103 años con salud y haciendo películas, una vida lograda.

martes 13 de diciembre 2011

lunes, 12 de diciembre de 2011

De qué hablo cuando hablo de tejer


Haruki Murakami para titular su libro, De qué hablo cuando hablo de correr,
 se inspiró en el título del volumen de relatos cortos de su venerado escritor Raymond Carver, De qué hablamos cuando hablamos de amor. Por mi parte yo me atrevo a tomar de su título casi todo, cambiando únicamente el verbo correr por el verbo tejer. Si para él el hecho de correr es vital, para mí lo es el de tejer. Y no es solo una imagen, es real, tejo, hago crochet. Es otra de las herencias que me dejó mi madre, de las largas y quietas tardes de verano en el souto de la aldea de mi padre.  Aprender a bordar, antes lo hacíamos todas las niñas en el colegio, fue bastante duro para mí, y más de una vez mis pañitos de vainica y filtiré acabaron hechos un churro, cubiertos de lágrimas de rabia y de impotencia ante el resultado final. Nada qué ver con el crochet, un puro placer para mis manos. Lo abandoné en los años en que estaba mal visto que una chica como yo supuestamente progre y vanguardista perdiese el tiempo en esos marujeos. Yo me dejaba llevar en casi todo, pero algo dentro de mí se movía inquieto preguntándome bajito: ¿por qué? Esa mezcla de sumisión y rebeldía fue lo que me salvó. Después del nacimiento de mi hija y ya mientras la esperaba volví, casi en secreto, a mi ganchillo y a los hilos, unos muy finos y suaves, otros más gruesos, de todo los colores, dominando los pasteles y los negros. Sin ser consciente, sin ver el simbolismo que encerraba me lancé a hacer chales, uno para cada amiga. Imaginen los kilómetros tejidos, teniendo en cuenta que, con frecuencia, me dejaba llevar por la primera impresión y sin conocer realmente a la persona, le ofrecía el chal antes del chasco. Una de mis amigas, francesa de nacimiento y española por elección, Marie Jo Lemarchand, escritora y traductora de joyas como “la Cité des Dames” de Christine de Pisan o el Viaje de San Brandán me reveló a finales de los 80, el simbolismo de la red que iba tejiendo: “Quieres a alguien y al momento tienes miedo de perderle, haces tu malla para retenerle y no solamente se unen a ti sino que entre ellas acaban sujetas entre sí”. La huella de la ausencia de mi madre primero, de mi padre después, del hermano al que veía poco, de la hermana que no tuve, de la abuelas y abuelos que no conocí, esa necesidad del afecto que veía  en los demás me llevó a tejer esa tela tan hermosa, tan dispar, suave, cálida de la amistad. Mi propia debilidad me empujó a hacerlo. “C’est la faiblesse de l’homme qui le rend sociable”(J.Jacques Rousseau ). Ya latía mi proyecto, que tanto tardó en surgir, de hacer chales con mis textos, de acercarme a “el otro” por la palabra. Según contaban en mi casa,  desde muy pequeña me gustó hablar, muchas veces sola, mi hermano no me hacía siempre caso. Aún así la mayoría de los juegos que compartíamos tenían como núcleo la palabra. Aficionados al teatro, reproducíamos escenas de profesor-alumnos en la clase, también los sermones de los oficios religiosos del solemne marco de San Rosendo de Celanova. Así con ese bagaje me abrí al mundo de la amistad. Hace casi dos años cuando deje la presidencia de la Asociación de Profesores de Francés escribí un artículo de despedida que titulé “La ronde” La Rueda”, parafraseando el poema de Paul Fort donde agradezco el apoyo que siempre tuve de toda la Asociación, lo que me permitió alimentar ese movimiento de profesores durante 20 años en los que traté de cumplir el enunciado de Kant: “La amistad es un deber”. Desde estas premisas me gustaría escribir los textos a ustedes dirigidos, pequeños retazos de vida, unidos, cosidos con la amistad. Gracias por permitirme agrandar mi chal, esta vez sin el ganchillo, con la pluma, para poder observar y volver a recrear la gran malla de la vida.
C.G.T.
Miércoles 21 de septiembre de 2011

El árbol del amor

Mi familia se suma a mi "doble yo" como el otro elemento decisivo de mi ser. Permítanme una segunda declaración de principios, como la que hice en el primer artículo, sobre mi identidad. Desde hace un año y un mes, soy el tronco de un árbol por ahora con cuatro ramas sólidas, mis hijos y mis dos beaux-enfants. Para referirme a la familia que, curiosamente, llamamos política, usaré el francés. Los términos franceses, siempre acompañados del adjetivo "beau, belle, beaux,belles", me gustan mucho más. Comparen: suegro/a, nuera, yerno, cuñado/a son ásperos y duros. Annie Dupouy, mi amiga, profesora de español en el Lycée Camille Jullian de Bordeaux, cuando yo era assistante, me comenta que con los cambios de modelo de familia,"beau-fils" ya no se emplea para yerno que hoy se denomina gendre. "Beau-fils" ha pasado a ser el hijo que uno de los miembros de la pareja aporta aunua famille recomposée. Hay otras ramas en mi árbol, mis dos "belles-soeurs" y mis seis sobrinos. Tengo hasta un sobrino nieto de 22 años. Somos pocos pero bien lucidos. La savia del árbol se nutre de las lenguas que hablo, lo que digo, lo que escribo. Y el árbol, plantado en mi jardín, a veces , maltrecho, herido, es el árbol de Judea, de Judas o del amor, así llamado por su color rosa y sus hojas de forma acorazonada.
No quiero ser consorte ni viuda. Fuí consorte dos veces. La segunda con suerte, la primera sin ninguna. Digamos que en esta ocasión, la primera, fuí victima de un terrible malentendido, llamémosle así, que me dejó una profunda herida. Con 23 años, estaba viviendo una situación familiar límite, porque mi madre se moría arrasada por un cáncer en la flor de su vida, y me dejé llevar "dónde el corazón me llevó" como Susana Tamaro, aunque prefiero los versos de Manuel Machado: "Que las olas me traigan, que las olas me lleven y que jamás me obliguen el camino a elegir..." Durante tres años y medio fuí la consorte oficial de un hombre público que ni en la intimidad hizo ningún esfuerzo para aclarar la ambigüedad de nuestra relación. Y tuve que elegir. Me ví obligada a encarar la verdad, yo solita, con mis 23 años, mi madre recién enterrada. Carmen Martín Gaite, con quien mantuve una correspondencia, en los años entre la publicación de Nubosidad Variable y su muerte - conocimiento corto en el tiempo pero muy intenso y fecundo para mí- me enseñaba siempre  dichos populares que ilustran el cambio de rumbo en mi vida cuando estaba a punto de estallar. A lo más oscuro amanace Dios.Y un día saltó la liebre en el erial: mi marido. A él le encantaría que lo comparase con una liebre, porque ya cuando lo conocí andaba poco y mal. Se anunciaba una de sus enfermedades, sus arterias atascadas, claudicación intermitente, en las piernas, no en su mente. A él ya le dediqué un texto, "Tus gafas" no tengo nada que añadir. Conocí a otros hombres por supuesto, variados y variopintos, pero ser, ser, solo fuí de mi legítimo. Ya sé que suena a antiguo, incluso a "carcunda", pero así ha sido. Ahora que por desgracia, ya no soy su mujer, sigo siendo madre, tía, belle-mère, belle-soeur  y sobre todo, en cuanto al número, amiga, amiga de mis amigos y amigas. Sobre este lazo, el de la amistad les hablaré en mi próximo artículo.

Jueves 22 de septiembre de 2011

Escribir para reisistir

Mi doble yo, mon “double je”

Queridos lectores: Primera pregunta, ¿quién soy?
Nací en 1948 en un pueblecito perdido del Pirineo catalán, Darnius, provincia de Gerona. Mis padres, gallegos de pura cepa, regresaron en 1952, conmigo y mi hermano, que había nacido en Tetuán, dos años y medio antes que yo. Pasé mi segunda infancia entre Os Barreiros, parroquia de Amoroce, la aldea de mi padre y Celanova. Cuando tenía nueve años nos instalamos en Orense, mi ciudad, de donde partí para iniciar mis estudios en la Universidad. Los dos primeros años comunes, así se llamaban, en Santiago y la especialidad de Filología Francesa, tres años, en Salamanca. Durante el curso 1970-71 fui Assistante de Español en el Lycée Camille Jullian de Burdeos. Regresé a Orense e inicié mi carrera de profesora de francés en el curso 1971-72 en el Instituto, hoy, Eduardo Blanco Amor; entonces, mucho más prosaico, ‘del Puente’. En el 74 aprobé las oposiciones de catedrática, y mi destino fue Vigo. De allí a Padrón, dos años después, por razones familiares, hasta que conseguí llegar a Santiago donde vivo hace más de treinta años, más concretamente en Viduido.

Este ir y venir ha forjado mi identidad y, en estos tiempos tan proclives a los ‘hechos diferenciales’, quiero dejar las cosas bien claras desde el principio. Soy de muchos sitios. En francés “le double je”, el doble yo. En mi caso, llevando las cosas al extremo, soy “un pluri- je”. Mi lengua materna es el castellano, que aprendí a hablar al mismo tiempo que en catalán, pero ésta la olvidé en el camino. Conviví desde niña con el gallego, pero mis lenguas, lo que se dice mis lenguas, son el español y el francés. Cuando salgo de Galicia me reconocen gallega al instante. Por mi acento. Muy recientemente me pasó algo curioso. En una visita al Paular para ver la exposición sobre las pinturas recobradas de Carducho, el monje de la recepción, al oírme, me preguntó si era catalana con gran risa de los que hacían cola: “¡no, gallega, gallega!”. La pregunta me desconcertó y noté que algo extraño había pasado. El monje sabía dónde nací. 

Segunda pregunta: ¿Por qué esta señora de 63 años recién cumplidos se lanza a ser escritora en un blog?

No recibí la visita del Espíritu Santo. ¡Qué más hubiera querido! Todo es más terrenal: vengo de una familia de letraheridos. Mi madre nos amamantó leyendo, leyendo libros. Llevo muchos años entre ellos pero siempre en el ámbito privado o semipúblico; el secreto, hoy casi clandestino, mundo de los profesores de francés. Mi querido hermano, José Javier, que se marchó hace ahora cinco años, fue profesor de Lengua y Literatura Española. Sin embargo nunca estuvo satisfecho; soñaba, desde muy pequeño, junto a nuestra madre, con ser un gran escritor. Su hija mayor Aitana Galán, escribe y dirige teatro. El mío, Raúl, es periodista, nos ha regalado ya artículos excelentes, pero es muy suyo, no se prodiga mucho.  Estuve casada 33 años con un profesor escritor, fui la censora de sus artículos.

Ayer mismo, leyendo en el tren camino de Vigo “De qué hablo cuando hablo de correr” de Haruki Murakami me enteré de que Dostoievski escribió sus dos grandes novelas, “Los demonios” y “Los hermanos Karamázov”, en los últimos años de los sesenta que vivió.  Domenico Scarlatti compuso quinientas cincuenta y cinco sonatas para clavicémbalo. La mayoría de ellas entre los cincuenta y siete y los sesenta y dos años. Creo más en la sabiduría popular del proverbio Nunca es tarde si la dicha es buena, que en el verso de Aragón cantado por Brassens:”Le temps d’apprendre à vivre , il est déjà trop tard”. Cuando aprendemos a vivir ya es demasiado tarde.
C.G.T.
Miércoles 16 de septiembre de 2011

Tus gafas


                                                                                           A José Vilas Nogueira
                                                                                           In Memorian 1936-2010
        
En la madrugada del 19 de agosto de 2010, cuando estaba a punto de salir hacia el hospital, recibí una llamada de nuestra hija que entre lágrimas me comunicó que acababas de morir. Ví cómo me miraste cuando te dije que volvería en unas horas y así te he visto a lo largo del año que está a punto de cumplirse. No tenías las gafas puestas.
Después de muchos meses, perdida, sintiendo el vacío que dejaste en esta casa enorme he empezado a ocuparme de mi presente, a aprender a vivir sin ti. Y ordenando tus cosas encontré un par de gafas al lado del televisor que desde tu muerte estuvieron allí aunque las veía sin verlas como casi todo lo que me rodeaba. No fue así hace unos días, me quedé con ellas en las manos, conmovida. En ese momento tuve la certeza de que tus gafas son lo que yo quiero guardar de ti. Corrí por toda la casa en busca de otras gafas y desde entonces he encontrado cuatro pares, de cerca, de lejos, progresivas, bastante usadas, descuidadas como eras tú con tu “torpe aliño indumentario”, pero de buenas marcas, algo que me sorprende, tú tan austero, Mont Blanc, Bonardi, Bergamo, Silhouette, dos “made in Austria”, las gafas eran importantes para ti. Creemos que lo sabemos todo de la persona con la que se ha compartido toda una vida y a pesar de la muerte seguimos descubriéndonos. En realidad lo importante eran tus ojos, esa mirada tuya que observaba el mundo cada día con una lucidez extraordinaria iluminando con todos sus matices, a los que tuvimos la fortuna de tenerte cerca, también esa negrura que salvabas haciéndonos reír. En uno de tus últimos artículos hablaste de mí, de los dos, usaste la imagen de la roca y la lapa, tú la lapa, yo la roca, aludiendo a tu falta de habilidades sociales. Prefiero formar parte de tu colección de gafas que he ido metiendo en una caja. Unas gafas que te ayudaron a ver el espacio de los afectos, de los paisajes, de los amigos, en fin, la verdadera vida. Cuando te fuiste mis ojos se resintieron, perdí vista; ahora soy yo la que usa gafas para seguir viéndote, para seguir queriéndote.
Tu esposa, MªCarmen González Teixeira.

Agradecimientos


Con motivo del primer aniversario de la muerte de mi marido, el día 19 de agosto, publiqué en “El Correo Gallego”,”Tus gafas”. Algunos de nuestros amigos me sugirieron que continuase escribiendo. La idea del blog es de mi hijo, él realizó el primer boceto. Juan Carril, profesor de lengua y literatura castellana en el IES Eduardo Pondal donde yo trabajo, aceptó ser mi corrector, de igual modo que Dolors Catalá, amiga y profesora de UAB es la correctora de la versión en francés. Maite Miñambres, también amiga y compañera, es la autora de la portada, cumpliendo con perfección lo que le pedí.  Gracias a todo este equipo, sin vosotros no hubiera logrado mi proyecto. Gracias también a todos mis amigos lectores de mis primeros textos los que me habéis acompañado en la espera.
C.G.T.