miércoles, 30 de septiembre de 2015

Pasos para retomar una vida

Refugiados poco cualificados se unen a la emigración urbana siria que tradicionalmente ha acogido Francia. "Nuestra granja estaba cerca de Baal en Palmira...Sí, ese que voló el Estado Islámico", explica el joven imitando el estruendo mientras saca el móvil para mostrarme unas fotos. Bajo una lluvia recia, en pleno París, la ciudad aparece en la pantalla. Sus columnas como tela de fondo y, en primer plano, las tapias de piedra seca de la granja familiar, en la que Izzat, pensaba instalar un albergue para turistas. Su proyecto sucumbió a la locura del Estado Islámico. Hoy refugiado en Francia, espera ser admitido en un programa intensivo de integración. Su francés aún no es perfecto, pero en noviembre, cundo llegó, no hablaba ni una palabra. Toda su familia está repartida por Europa, o a sus puertas, en Turquía. ¿Cómo se integran estos sirios que, desde 2011, huyen de los bombardeos de los aviones de Bachard el Asad y de las masacres del Estado Islámico? Aunque no hay dos historias iguales se dan algunas constantes."Los sirios son gente apresurada. Quieren retomar el hilo de su vida, bruscamente cortado", afirma Ayyan Sureau, la enérgica fundadora y directora de la asociación Pierre Claver, a la que postula Izzat. El joven de Palmira tiene algunas cosas a su favor. Su hermano mayor Thamer, abrió la senda. Este no huía de su país en guerra cuando llegó a París en 2001, a casa de unos buenos amigos franceses de la familia, sino del servicio militar. Curso de francés en la Sorbona, diploma de Técnico Superior en Hostelería y naturalización en 2011: una trayectoria impecable la de este hombre afable que hoy dirige un equipo en un gran hotel de los Campos Elíseos, mientras vela por el futuro de su hermano Izzat y del último en llegar, su sobrino Mustafá, de 16 años. Gracias a una vacante de última hora, se ha incorporado a un instituto de formación profesional, en una clase para no francófonos. Muchos sirios tenían un familiar instalado que les ha abierto sus puertas, algún conocido francés que los ha guiado por los vericuetos de la Administración. Pero tras esa ayuda inicial, cada uno se abre camino por sí mismo...
M.-A Lombard (Le Figaro).París. El País, jueves, 24 de septiembre de 2015

martes, 29 de septiembre de 2015

Bonnard, mirar con el paladar

Un mirar con paladar. Los cuadros de Bonnard que se exponen en la Fundación Mapfre (Paseo de Recoletos, 28, Madrid), son un festín para la vista. Sus amarillos son de polo de limón, sus verdes, de fresca ensalada, sus azules, son un litro de cielo veraniego. Pero lo que los convierte en verdaderamente deliciosos es, más que los colores en sí, las combinaciones. Combinaciones, por cierto, fractales. Porque las hay en los planos de color y las hay dentro de cada uno de esos planos. En cada centímetro cuadrado se amasan dos, tres o cuatro colores diferentes. .. Pierre Bonnard (1867-1947), a caballo del Impresionismo y del Simbolismo, es el paradigma de una revolución que estaba liquidando jovialmente lo que habían sido los fundamentos de la pintura. Jovialmente porque los artistas como él no redactaron manifiestos pidiendo que se quemaran las bibliotecas (como los futuristas) ni pintaron sobre las obras maestras del pasado (como los dadaístas). Sin embargo arrinconaron definitivamente el dibujo, el claroscuro. el color realista y la ilusión espacial....La exposición que comentamos es la retrospectiva más importante que se ha dedicado en nuestro país al pintor. Por el número de obras, casi 80, y la diversidad de procedencia, una treintena de colecciones públicas y privadas, es difícilmente repetible. Está organizada al margen de la cronología, salvo en su primer apartado. Porque es el dedicado al Bonnard japonista y eso remite a un período concreto: loas años inmediatamente posteriores a 1890, cuando se celebró en París una gran exposición de grabados Ukiyo-e, cuya visita marcó a toda una generación de pintores. Los formatos verticales de los biombos, los grandes espacios en blanco y los contrastes de plano son huellas inequívocas de esas influencias. Otras secciones son las tituladas Interior, Intimidad, Retratos elegidos, Ultravioleta, Las grandes decoraciones, Obra gráfica yFotografías. Destaca su tratamiento del desnudo que ha fijado en encuadres memorables, como el conocido de La bañera (1925) en el que aparece sumergida su esposa Marthe.... Pero la mayor sorpresa está en los autorretratos de los últimos años de su vida. Muestran a quien fuera un hirsuto pintor enflaquecido y desprovisto de pelo, convertido en un bonzo. Pero sigue bañado en una luz naranja y su rostro es sereno. Se le ha llamado el pintor de la felicidad y comprobamos que es luz no se apagó hasta el último momento.
José María Parreño. El Cultural 25-9-2015

lunes, 28 de septiembre de 2015

Una semana en Córcega

Extraño amor de verano. Uno tiene 48 años. Ella, tan solo 19. Pero, viéndolos juntos, parece que la altura fuera la única diferencia que existiera entre ambos actores cuando hablan el uno del otro. Así de compenetrados aparecen Vincent Cassel (París, 1966) y la debutante Lola Le Lann (París, 1996) antes de comentar su experiencia en Una semana de Córcega, el filme de Jean-François Richet  (Asalto al distrito 13) que les ha reunido. En él se describe una morbosa y veraniega historia de amor (y desamor) en Córcega entre  Laurent y Louna, los personajes de Cassel y Le Lann. Morbosa porque ella es la hija de Antoine (François Cluzet, Intocable ), su mejor amigo y divorciado como él. Un personaje que, por cierto, nada sabe de ese affaire durante gran parte del metraje, lo que da pie a situaciones cómicas. ... Para muchos la gran sorpresa de esta película la protagoniza Lola Le Lann, una debutante capaz de enfrentarse de tú a tú a dos grandes del cine francés actual como son Cassel y Cluzet, sin olvidar a Alice Isaaz (La jaula dorada), su compañera de reparto y la actriz que interpreta  a la hija de Cassel. "Si no hubiera sido por ellos y por la improvisación continua que pedía el director...", suspira la joven intérprete. "En todo momento me he sentido muy arropada y con mucha ayuda y complicidad por parte de mis compañeros. Lo bueno es que siempre se han comportado conmigo de igual a igual, como adultos. De no haber sido así no hubiera sido tan fácil rodar la escena de la playa que incluye un desnudo". El film, por la relación sexual que se refleja entre un adulto y un menor, ha recibido numerosas críticas tras su estreno en Francia, meses atrás. El ex marido de Monica Bellucci ha declarado:"hay personas a las que el tema les puede resultar incómodo, especialmente si son padres o madres de hijas de 17 o 18 años. A mí me parece peligroso. Pero sé que pasa constantemente y el cine no es más que un reflejo de la realidad"....
Javier Estrada. El Mundo, 10 de septiembre de 2015

domingo, 27 de septiembre de 2015

Portbou.Walter Benjamin, parada final

Portbou es un lugar de paso, un desfiladero que araña los Pirineos y se abre en herradura al mar, aunque Walter Benjamin (1892-1940) lo escogió como su última parada. Más que suicidarse se dejó morir, arrestado con sus correligionarios judíos por la policía franquista, resignado a la travesía que pretendía emprender desde España hasta Portugal y luego hacia América, donde lo aguardaba Theodor Adorno, como lo esperaban tantos colegas represaliados por el nazismo. Había elegido Benjamin un lugar anónimo, pero la propia reputación del filósofo germano relaciona Portbou con un lugar de culto. Sus restos han recibido la dignidad que le arrebataron y ocupan el lugar más honroso de la necrópolis. Que es la Acrópolis pues el camposanto de Portbou se ubica en un apabullante mirador donde el artista israleí Dani Karavan ha concebido un homenaje a Benjamin, una mastaba que conduce al mar entre las paredes de un túnel y que parece evocar las palabras de Hannah Arendt cuando se postró en la tumba de su amigo:"Este es uno de los lugares más bellos del mundo." Cuesta trabajo desmentirla. Y cuesta menos trabajo imaginarse lo que fue Portbou en sus años de bonanza. La perspectiva cenital del cementerio garantiza la ilusión óptica de una ciudad del Ibertren, con sus túneles, sus casitas y sus convoyes ferroviarios, meciendo con su eco lejano el sueño de Benjamin...
Rubén Amón. Portbou. El País, viernes 18 de esptiembre

sábado, 26 de septiembre de 2015

Portbou. Nostalgia de frontera

El enclave que separa España de Francia añora la edad de oro de las aduanas, cuando venían los trenes y las cigüeñas de París. Puede que Portbou sea el pueblo de Girona menos independentista y el que más aspira, curiosamente, a la creación de una frontera. No por razones políticas ni identitarias. Más bien por nostalgia de la edad de oro en los años setenta cuando descendían en la estación local 3.000 pasajeros diarios. Y se empleaba a un centenar de guardias civiles. "Y dos orquestas tocaban a la vez", nos recuerda Joan en el desengaño de una vía muerta, orgulloso de su uniforme de ferroviario y de sus 39 años de servicio. No se ha jubilado todavía el operario, pero ha capitulado o se ha jubilado de Portbou, compadeciéndose de su propia decadencia a semejanza de little Detroit. A Joan no le gusta que hablemos de ciudad fantasma, aunque cuesta sustraerse a la agonía, con más razón después de coronar la frontera de asfalto en el límite de Francia. Las casetas de control de pasaportes están recubiertas de grafitis. Y los negocios que antaño solemnizaban el estraperlo podrían declararse en peligro de derrumbe. Sucede igual con las casas señoriales del paseo de la Sardana, a la orilla del mar. Se resienten de un aspecto decrépito y fantasmagórico, aunque a Joan el ferroviario no le guste el término. Ni le gusta a Manuel Torres la paradoja de su negocio de hostelería en la hipótesis de la independencia. Se llama España su terraza o El España, toda vez que las presiones e intimidaciones ambientales le constriñeron a personalizar los titulares del negocio. Manuel Torres es cordobés de nacimiento, trabajó en las compañías aduaneras cuando Portbou era un potosí, se recicló de camarero, terminó adquiriendo  El España y fue alcalde del municipio entre 1.999-2008. Primero con un partido independiente. Después con las siglas de CIU, orgulloso de haber conseguido que Alvárez Cascos, ministro de Fomento, habilitara el túnel que ha puesto fin a la ruta de la biodramina -un agotador circuito de curvas- y que devolvió a Portbou un repunte en su idiosincracia de ciudad de paso. No solo por el ajetreo de los trenes que antaño venían de Francia, de Alemania, de Italia. También por la memoria de los exiliados, centenares de miles de republicanos que atrevesaron la Termópilas de Cataluña para refugiarse entre los riscos de Francia, una caravana de refugiados que suscita en 2015 inquietantes comparaciones continentales...
Rubén Amón. Portbou. El País, viernes, 18 de septiembre de 2015

viernes, 25 de septiembre de 2015

Las tres B de la Canción francesa

Muere Guy Béart, uno de los últimos representantes de la chanson. Con Georges Brassens y Jacques Brel formaban las tres B de la canción francesa. "Todo está dicho, pero como nadie escucha, hay que volver a repetirlo", contestaba con humor Guy Béart cuando se le preguntaba si después de haber escrito más de 300 canciones le quedaba algo por decir.  Con su desaparición la canción  francesa pierde a uno de sus últimos grandes representantes, protagonista de esa edad de oro forjada por los nombres de Brassens, Brel, Aznavour, Ferré, Gréco, Moustaki, Barbara... que a partir de los años cuarenta proyectaría la canción  francesa a todo el mundo en esa convergencia insuperable de canción, lirismo, melodía y expresión. Nacido en 1930 en El Cairo -su verdadero nombre es Guy Béhar-, realiza una primera carrera profesional como ingeniero civil, que acabará abandonando por la canción. Como otros intérpretes de la chanson, Béart hace sus primeras armas en los años cincuenta en los cabarets de la Rive Gauche, debutando en la Colombe, donde llama la atención del productor Jacques Canetti hermano del futuro Nobel de la literatura, Elías Canetti, que guía sus primeros pasos profesionales y discográficos. En 1957, en una Francia que vive los desgarros de la guerra de Argelia, Béart consigue su primer reconocimiento popular con L'eau vive de la película del mismo título y para la que escribe su banda sonora. A finales de los años cincuenta Béart es un autor reconocido, sus canciones triunfan en las voces de artistas como Patachou (Le bal temporel), Zizzi Jeanmaire (Il ya plus d'un an ) o Juliette Gréco que interpreta con éxito Il n' y a plus d'après, una canción que anuncia el fin de una época, el París existencialista de la posguerra del cual forma parte. Si el amor y la melancolía cruzan sus canciones, Béart no rehuye los temas de actualidad como cronista de su tiempo, la descolinazación (Chandernagor), la crisi de Suez (Suez ), la muerte de las ideologías (Qui suis-je ) o la apocalipsis nuclear (Les temps étrangers). En España una de sus canciones, Les souliers, conoce una excelente adaptación al catalán a cargo del letrista Delfi Abella siendo popularizada por Joan Manuel Serrat.... A principios del 2015 realizaba su despedida de los escenarios en la sala Olympia , la misma sala donde había debutado en 1958 haciendo de telonero  de Caterina Valente. Para su despedida Béart se rodea de amigos y cantantes como Hervé Vilard y Julien Clerc y de su hija , la actriz Emmanuelle Béart, interpretando juntos Il n'y a plus d'après ...
Carles Gámez. El País, jueves 17 de setiembre de 2015

jueves, 24 de septiembre de 2015

Cuando Europa hablaba francés

El sello Acantilado, gran valedor en España del profesor marsellés Marc Fumaroli, edita Cuando Europa hablaba francés (1991), un monumental ensayo que es todo un clásico en su país y en el que insufla una nueva vida a los personajes más fascinantes de la Europa del Siglo de las Luces. Se le puede reprochar a Marc Fumaroli un excesivo chauvinismo en sus planteamientos (como podría ocurrir en el caso de Harold Bloom), y lamentar qué poco vira su mirada sobre la cultura española. Lo que hay es que lamentar que aquende los Pirineos no haya alguien de su erudición  y talento para volcar unos conocimientos de forma tan atractiva al lector. También resultaría sencillo reprocharle su espíritu reaccionario, ese que le lleva a pensar y escribir desde las élites intelectuales, volcado sobre el pasado, casi deplorando la vulgaridad del presente, desoyendo la contribución de la cultura popular y de los mas media, que, dice, solo han traído banalización. Pero el profesor Fumaroli (Marsella, 1932) tiene una prosa tan magnífica, y su saber es tan asombroso, que todas las demás consideraciones importan bien poco. Él vive girado hacia Voltaire, hacia la Europa de la Ilustración, aquel continente que dominaba la cultura francesa, cuya hegemonía nadie discutía y todos admiraban. Eso es lo que hace en Cuando Europa hablaba francés. Extranjeros francófilos en el Siglo de las Luces. Y el lector debe aprovechar esa actitud un tanto atildada y celebrar la fiesta de los sentidos que propone un viaje nostálgico por un pasado de esplendor lleno de belleza y sabiduría.
Héctor J. Porto. La Voz de Galicia, 14 de septiembre de 2015. 

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Dictado y lectura en la escuela francesa

Francia recupera el dictado y la lectura diaria diarios en la escuela. La ministra de educación de Francia, Najat Vallaud-Belkacem, anunció ayer una ambiciosa reforma curricular en la enseñanza que introducirá el dictado y la lectura cada día en las escuelas de primaria, además de potenciar otros aspectos como el cálculo aritmético. Vallaud-Belkacem adelantó sus intenciones a través de un artículo en el diario Le Monde. "El interés de estos nuevos programas es asegurar que el aprendizaje del alumno sea elevado", dijo. Destacó especialmente la relevancia del cálculo. "Es muy importante entrenar lo suficiente para automatizar los reflejos, y el cálculo aritmético es uno de esos reflejos que debemos tener", indicó. Para la ministra, es importante basarse en "una pedagogía de entrenamiento diario" con el fin de consolidar "el conocimiento más simple antes de desarrollar los más complejos". La educación pondrá un especial énfasis en el conocimiento de la lengua francesa. Las horas semanales dedicadas a esta materia pasarán de diez a veinte, de forma que "los alumnos no podrán salir de la escuela sin el dominio del francés". También se revisará la asignatura de Historia. Por primera vez los programas escolares se pensarán como un todo y "serán revisados todos juntos de forma que pueda crearse un sistema educativo progresivo", explicó.
A.L. Redacción. La Voz de Galicia, sábado 19 de septiembre de 2015

martes, 22 de septiembre de 2015

Recuerdos del 68 en París

Arroyo suma en una exposición sus dos pasiones : pintura y lectura. El artista coordina en la Casa del Lector una muestra donde imagen y texto se dan la mano. Si existe un desdoblamiento del que felizmente Eduardo Arroyo (Madrid, 1937) no ha conseguido zafarse jamás, es el del pintor que escribe o el escritor que pinta."No he logrado separarlas, son mis dos obsesiones, lo mejor que me define", afirma el artista. Ambas facetas se han enriquecido mutuamente  a lo largo de su obra, han peleado por espacios, tiempos y delirios propios... Las lecturas han nutrido sus cuadros. Las imágenes han poblado sus textos en una enfermiza retroalimentación con vitamina sugestiva, para su hambre depredadora y difícil de saciar. Cuando César Antonio Molina propuso al artista que expusiera en la Casa del Lector en Matadero, Arroyo no tardó en convencerle de lo inútil que sería una muestra más de su obra en Madrid. A cambio le propuso convertirse en comisario de algo en teoría ajeno a él pero propio al tiempo. Organizar, crear, urdir siete instalaciones, siete espacios, donde ambas facetas suyas -pintura, letra, figura, trazo, narración- quedaran entrelazadas en lo que daría en llamar La oficina de San Jerónimo. Durante siete meses -desde el jueves 17 y hasta abril quedará a disposición del público el trabajo que tanto él como su más estrecha colaboradora Fabianne di Rocco, también comisaria han urdido durante cerca de cuatro años. En La oficina de San Jerónimo se expone La dacha, una obra que el autor pintó a finales de los sesenta junto a Gilles Aillaud, Francis Biras, Lucio Fanti y Fabio y Nick Rieti (padre e hijo). Fue un resto amargo de su experiencia en el París alborotado del 68, donde el artista participó activamente en las protestas. Todos ellos lanzaron una mirada irónica, enmarcada en dorado, donde se lee la acción de la obra: en ella, Louis Althuser duda si entrar entrar en la dacha Tristes Míeles, donde andan reunidos Jacques Lacan, Michel Foucault y Roland Barthes, justo en el momento en que la radio anuncia que los obreros y los estudiantes han decido abandonar la lucha. Una rígida tristeza en color y en sombra domina el enorme lienzo. Pero esa ironía iconoclasta, propia de Arroyo, logra imponerse. Se trata de uno de sus cuadros más queridos. "No podía faltar aquí", asegura el pintor madrileño. En otra de las salas Arroyo ha dispuesto la acción que en 1965 le llevó a pintar con otros dos colegas un homenaje a La pasión en el desierto, de Balzac, en un curioso, enclaustramiento. Detrás de unas rejas, queda la obra conjunta de 13 lienzos pintados por él, Gilles Aillaud y Antonio Recalcati, sobre la historia de un soldado enamorado de una pantera en medio de las dunas. "La regla consistía en que todos debíamos intervenir en cada lienzo y si no nos gustaba lo que uno había plasmado, debíamos borrarlo y pintar encima."... Si la vida de sus años nómadas en el exilio de París o Roma le llevaron a adentrarse entre los fundamentales de la segunda mitad del XX, también lamenta que no le permitiera cooperar con otros grandes desconocidos en España como Pierre Roy, Clovis Trouille, Jules Lefranc, y Alfred Courmes. "Con La oficina de San Jerónimo he podido enmendar ese vacío y al menos acercarlos para que los conozca el público de mi país", asegura...
Jesús Ruíz Mantilla. Madrid. El País, martes 15 de septiembre de 2015

lunes, 21 de septiembre de 2015

Sokurov entra en el Louvre de la Ocupación

El director ruso Aleksandr Sokurov es una institución en el festival de Venecia, más aún desde que se llevó el León de Oro por Fausto. La Mostra acogió su nueva película con el mayor aplauso que se haya escuchado en el concurso oficial hasta la fecha. Con un tremendo esfuerzo de síntesis y simplificación, se podría decir que Francofonía es el regreso del veterano director siberiano a los museos. Tras la atrevidísima El arca rusa, un único plano secuencia de 96 minutos rodado en el Hermitage de San Petersburgo en 2002, ahora Sokurov se mide en el Louvre. El museo cofinancia el proyecto, filmado en sus pasillos y que relata la ocupación nazi de París en 1940. La película se centra en la relación entre el entonces director de la pinacoteca, Jacques Jaujard, y el oficial alemán encargado de la protección del arte, Franziskus Wolf Metternich, enemigos y sin embargo aliados para salvar los tesoros del museo. Pero Francofonía va mucho más allá. Al hilo principal se suman imágenes de archivo y otras rodadas como si lo fueran, la Libertad del célebre cuadro Delacroix y Napoleón, sentados frente a la Gioconda, las reflexiones en voz alta del cineasta sobre la cultura y el pueblo y sus conversaciones telefónicas con su amigo Dirk, un capitán de un barco que lleva contenedores llenos de obras de arte y se halla en medio de una tormenta. El filme es un homenaje de Sokurov a los valores de Francia como contó a la prensa. Lo cierto es que quizás ni 70 horas sean suficientes para entender Francofonía. Sokurov no aclaró si su presunta tetralogía  soñada sobre museos (faltarían el Prado y el British Museum) se llevará acabo: de momento no la tiene planeada, ni quiere especializarse en filmar pinacotecas.
T.K.Venecia. El País, 4 de septiembre de 2015

domingo, 20 de septiembre de 2015

Lyon, la ciudad que no deberías perderte,II

Y traboules los hay también en la otra famosa colina  la Croix-Rousse, una empinada barriada que fue morada de los emprendedores de la seda. Lyon fue capital europea de este preciado tejido venido de Oriente. Por su estratégica posición en la intersección de dos ríos navegables y su centricidad en el continente, la capital de Rhône-Alpes generó una rica burguesía, que eligió la Croix-Rouge para instalar sus talleres. De ahí que los edificios del barrio sean más altos que los de la Fourvière, pues necesitaban pisos altos para instalar los telares. Pero hoy el vecindario es un reclamo artístico. Los más bohemios eligen esta colina. En cada esquina hay clubes improvisados sobre terrazas y mucho ambiente cultural y sociocomunitario. . Por último, la tercera zona diferenciada de Lyon es la más parisina, con viviendas abuhardilladas y las plazas de Bellecour y Les Jacobins, las tiendas de moda y el Hôtel de Ville. Una zona plana, Le Terreaux, que los lugareños llaman La Peninsule, pues dibuja un istmo entre los ríos. Es un espacio lúdico y de ambiente nocturno, con los restaurantes típicos o bouchon, en donde no es difícil comer bien y a un precio asequible. Hablar de Lyon es hacerlo también de fogones, pero de los buenos que lucen estrellas Michelin. La ciudad es cuna de Paul Bocuse, el chef más laureado del mundo. Tiene restaurantes tanto en su pueblo natal Auberge du Pont de Collonges, a 10 minutos de Lyon, donde empezó su carrera en la casa familiar, como en Lyon. Pero casi cualquier local es excelente para comer. Ptés, quesos o quenelles (una especie de croquetas de pollo o lucio). Los bouchon conservan un espíritu culinario autóctono, como el Café des Fédérations, regentado por un simpático Yves Rivoiron, chef que conoce la costa gallega a la perfección por su condición de navegante amateur. ... Apunten en la agenda el nombre de Lyon. Descubrirla merece la pena.
Nacho Blanco. La Voz de Galicia, 4 de julio de 2015.

sábado, 19 de septiembre de 2015

Lyon. La ciudad que no deberías perderte

Ver, comer y pasear. La tercera urbe de Francia, Patrimonio de la Humanidad y capital gastronómica, llena los ojos y el paladar. Es la gran desconocida del país vecino. Lyon, una ciudad cosmopolita, hedonista, segundo motor económico de Francia y a un tiro de piedra de los Alpes y de una de las zonas vitivinícolas de renombre: el Beaujolais. Una ciudad de agradables paseos fluviales -dos concretamente sobre sus dos ríos, Ródano y Saona- y un sinfín de actividades que disfrutar. Lyon sorprende. Su área metropolitana roza el millón de habitantes, pero es la parte más antigua, declarada Patrimonio de la Humanidad, el escenario ideal para ver y comer. El aeropuerto Saint-Exupéry, lionés ilustre, es ya una declaración de intenciones. Aquí la cultura tiene su peso. Un moderno palacio de la ópera, un museo del guiñol, otro del Hombre, uno de las miniaturas y el cine, el acuario, un museo galo-romano; el Institut Lumière, el museo de la Deportación y la Resistencia o el del textil, son algunos de los ejemplos de una urbe muy viva. Fundada por los romanos sobre un poblado galo, la antigua Lugdunum, el Lyon actual presenta tres zonas diferenciadas, incluidas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Dos colinas: La Fourvière (nombre que deriva de Forum Vetustum o foro antiguo), sobre la que se yergue una basílica mariana de mármol del sigloXIX, a lo Sacré Coeur de París, con unas vistas de infarto sobre la red urbana. Es un espacio de cuestas, al que se puede acceder a pie si tienes energías suficientes para cumplir con los cientos de escalones que la conectan con el Saona, o bien en metro o en funicular en un ascenso de escasos dos minutos. Si la zona de la basilica es la más romana, con restos como un estupendo anfiteatro y un odéon, la parte ribereña del barrio de La Fourvière -franja de apenas 200 metros de anchura- es muy al gusto italiano, con espléndidas casas renacentistas, algunas horadadas por pasadizos que las cruzan. Circular bajo estos edificios centenarios es gratuito y el turista podrá detectar los pasajes cuando vea sobre el edificio un cartel de bronce con el lema Traboule, que es como conocen allí a estos subterráneos que servían para atajar...
Nacho Blanco. La Voz de Galicia, 4 de julio de 2015

viernes, 18 de septiembre de 2015

La amistad puesta a prueba

Nuestras mujeres. Una comedia conyugal, protagonizada por tres hombres, amigos desde hace treinta y cinco años. Tienen más confianza entre ellos que con sus mujeres respectivas. Pablo intercambia tres o cuatro frases al día con su esposa. Max entra en caos cada vez que su novia se instala en su casa, y Simón, al que ambos llevan una hora esperando para echar una partida, cuando aparece les anuncia, descompuesto, que acaba de estrangular a Estela, en un rapto de ira, después de que lo abofeteara violentamente. El asunto de Nuestra mujeres es la amistad, sus fundamentos y sus límites -Simón ruega a sus camaradas que declaren que estaba con ellos a la hora del crimen- y la imposibilidad de conciliar su lealtad mutua con la justicia que su víctima merece. Éric Assous, dramaturgo tunecino, ganador de dos premiso Molière al mejor autor francófono, guionista de películas que repiten los éxitos de sus piezas sobre la pareja, concilia la comedia dialéctica con el teatro de bulevar. Sometida a una prueba tan grave (un cisne negro en el argot financiero), la amistad de Pablo, Simón hace aguas, el barniz que recubre sus relaciones se corroe y cuanto en sus vidas sentimentales respectivas parecía claro, aparece, una vez sincerados, turbio y desgastado. Nuestras mujeres es, para entendernos, un Arte escrito con más leche y en torno a un asunto más grave. Assous orquesta el debate sobre lo que procede hacer como un caso judicial, con sus derivas de carácter clínico, con Pablo haciendo las veces de abogado defensor y Max las de fiscal. Su comedia, que transcurre en un santiamén, va muy en serio: abre un debate moral, pero con la ligereza de un vodevil. En sus tres actos, hay un ir y venir constante del drama al humor. Para que la acción no decaiga, Assous introduce otro par de cisnes negros, que imprimen sendos giros en los dos actos restantes....
Autor: Éric Assous. Intérpretes: Gabino Diego, Antonio Garrido y Antonio Hortelano. Dirección: Gabriel Olivares. Madrid. Teatro de La Latina. Hasta el 1 de noviembre.
Javier Vallejo.El País, jueves 10 de septiembre de 2015 

jueves, 17 de septiembre de 2015

Freud: en su tiempo y en el nuestro

 Que Freud sigue vivo en Occidente lo experimentamos a diario: los conceptos que acuñó se emplean en conversaciones informales y hasta se fabrican muñecos de trapo y títeres con su efigie. Su figura ha sido creada y recreada por sus biógrafos en numerosas ocasiones y su legado ha sido objeto de discusiones violentas. La historiadora del psicoanálisis  Elisabeth Roudinesco es consciente de ello ya desde el prólogo de su biografía de Freud, en la que, si bien apenas dedica atención  atención a la figura de Freud en nuestro tiempo -aunque lo prometa desde le título-, no deja de señalar que la enorme influencia del psiquiatra austriaco  en nuestros días se debe a que éste "impuso a la subjetividad moderna una pasmosa mitología de los orígenes cuyo poderío parece más vivo que nunca cuando más se intenta erradicarlo". El texto que le valió a su autora el premio Décembre en Francia el año pasado, viene precedido por cierta controversia tras la publicación del ensayo de Michel Onfray Freud: El crepúsculo de un ídolo, donde el autor dejaba a Freud y a su sistema de pensamiento en muy mal lugar. Habría que preguntarse que aporta al debate esta nueva biografía del psiquiatra vienés. La principal respuesta es que, para su redacción, Roudinesco accedió  a documentos que no habían sido consultados antes de 2010, fecha de apertura al público de los archivos freudianos  que posee la biblioteca de Washington. Gracias a este material - el abundante aparato de notas da fe de su uso- y a su interés por desmarcarse de la visión de Onfray, la autora combate las clásicas sobreinterpretaciones simplistas acerca de un Freud del que se ha llegado a rumorear  que violó a su sobrina y que sufrió abusos por parte de su nodriza. Como combustible para el avance de esta biografía, Roudinesco toma como principal aportación de Freud el nuevo relato sobre la sociedad europea de su momento que ofreció a través del psicoanálisis, pues gracias a él transformó  la mirada que Occidente tenía sobre la locura, mirada que más tarde se aplicó también al arte, la literatura y la antropología.... 
Mercedes Cebrián. Babelia. El País, 5 de septiembre de 2015.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Catecismo laico

Catecismo laico contra el radicalismo religioso. Polémica por la receta educativa puesta en marcha en Francia por el Gobierno. El enconado debate que España vivió a cuenta de la asignatura de Educación para la Ciudadanía no es una singularidad de su sistema educativo. El curso ha comenzado en Francia con una polémica similar por la incorporación de la llamada Enseñanza moral y cívica (EMC), que pone el acento en la sacrosanta laicidad de la República Francesa. Los padres de los alumnos tienen estos días que suscribir la Carta de la laicidad, los mandamientos del laicismo en la escuela: separación de Iglesia y Estado, prohibición de signos ostentosos religiosos (el velo, por ejemplo) y libertad de creer o no creer, entre otros. Los 17 asesinatos yihadistas de enero en París, en la revista Charlie Hebdo y en un hipermercado de comida judía, obligaron a los franceses a revisar su sistema docente. Los terroristas eran ciudadanos galos educados en la escuela republicana. En días posteriores hubo manifestaciones inquietantes en unos 200 colegios, especialmente entre alumnos musulmanes. Algunos aplaudieron los ataques. Otros proclamaron Je ne suis pas Charlie. El Gobierno socialista cree que la medicina contra el radicalismo religioso es formar a los jóvenes en la laicidad. En marzo se empezaron a preparar los primeros instructores. A final de año habrá 300.000 profesores especializados. Los sindicatos del sector han pedido que se retrase la puesta en marcha de la nueva asignatura. La ministra del ramo, Najat Vallaud-Belkacem, se ha negado. Los críticos solo han conseguido, hasta el momento el cambio de nombre, pues al principio se pretendió llamar moral laica. La EMC va acompañada de la enseñanza de los valores de la República y, de vez en cuando, se le pregunta a la ministra si Francia pretende luchar contra el yihadismo haciendo cantar La Marsellesa a los niños. La cantarán como ahora, y disfrutarán el 9 de diciembre de una jornada semifestiva para conmemorar la aprobación de la ley de 1905 que estableció la separación entre Iglesia y Estado. La polémica sigue viva y el escepticismo también.
Gabriela Cañas. París.  El País, viernes 4 de septiembre de 2015 

martes, 15 de septiembre de 2015

El Museo del Perfume en París

París abre el Museo del Perfume, que recoge más de 3.000 años de historia. Exhibe más de 300 frascos antiguos en 1.200 metros de exposición. París bien vale un perfume, uno de los símbolos más característicos de Francia. Lo es hasta tal punto que hoy, 12 de septiembre se abrirá, en pleno corazón de la ciudad, a dos pasos de la plaza de la Ópera, un cautivante Museo del Perfume que revela sus secretos de fabricación, de las flores al frasco. Grandes alambiques y retortas de cobre ocupan la sala principal de esta colección instalada en el subsuelo de lo que fuera el Teatro Edén en el siglo XIX, convertido luego en velódromo para parisinos elegantes. Del Antiguo Egipto donde era utilizado hace 3.000 años en ritos funerarios, a la antigüedad griega y romana, el museo, de entrada gratuita y patrocinado por la perfumería artesanal y familiar Fragonard, conduce al visitante a través de la historia hasta el siglo XX. Unos 300 objetos, principalmente exquisitos frascos provenientes de la colección privada de Jean-François Costa, se exhiben sobre tres niveles. Tras el teatro y el velódromo, la famosa mueblería inglesa Maple ocupó los locales durante 118 años. "Era un lugar insólito, bastante increíble, apto para hacer soñar, lo cual es la esencia misma del perfume", explica Agnès Costa, que junto a sus hermanas Françoise y Anne dirige actualmente la empresa Fragonard fundada en 1926 en la ciudad provenzal de Grasse, capital mundial de la perfumería, una de las principales locomotoras de la industria del lujo. El local presenta, además, la peculiaridad de estar sostenido por enormes vigas de acero remachado obra de Gustave Eiffel, el ingeniero que diseñó la famosa torre."El hecho de que esté instalado en un subsuelo sin luz natural ayuda a crear una atmósfera más íntima, propicia al universo del perfume", según señaló el arquitecto responsable del proyecto, François Muracciole, quien trabajó de la mano con los encargados de la escenografía del museo, Jean-Dominique Secondi y Renaud Sabari..... Una sección presenta de manera didáctica todas las etapas que dan vida al perfume, desde las materias primas con la recolección de flores, el destilado y la composición de las fragancias por las famosas narices. Estos profesionales con olfato superdotado, son capaces de componer los tres tiempos fundamentales de la pirámide olfativa de todo perfume: cabeza, corazón y fondo. Dispuestos en hilera sobre varios niveles, más de 200 pequeños frascos idénticos etiquetados con cada esencia componen el órgano sobre el que trabaja el creador. El vocabulario de la profesión se inspira directamente del musical, a la hora de combinar las notas aromáticas. "Hoy los profesionales trabajan con una computadora, ya no mezclando esencias, sino que la nariz está en el cerebro", explica Agnès Costa..."El perfume -asegura Agnès Costa- es uno de los artes de la seducción. Es un signo distintivo de personalidad y un signo de civilización"...
Luis Torres de la Llosa. París. La Voz de Galicia, sábado 12 de septiembre de 2015.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Mi casa en París

Henry Miller o Woody Allen, Jefferson, o Hemingway, Gene Kelly o Marlon Brando. Da igual. Escritor, actor, bailarín, presidente u hombre lobo. No importa. Si eres un americano intranquilo acabarás en París, un imán que parece atraer a las almas errantes del Nuevo Mundo. En decenas de películas el cine les ha dado refugio: Un americano en París, Frenético, Henry y June o el eterno Tango. ¡Ah la vieja Europa! Que diría el filósofo Gerge Bush. Ya desde los mismos créditos, Mi casa en París se apunta a la terapia viajera. Kevin Kline, un paria neoyorkino, borracho y perdedor, sin oficio, beneficio, esposa o hacienda, llega con sus sesenta tacos y lo puesto, a la mítica ciudad, para vender, lo único amable que le ha dejado en herencia su padre, una vieja casa con jardín, ubicada en el centro, que vale millones. Pero la cosa -casa- tiene truco y hay inquilina de por medio, una ancianita de 92 primaveras, interpretada por Maggie Smith. De propina también está la siempre severa Kristin Scott Thomas que, para colmo, podría ser la hermana del protagonista. La película es tan antigua como el que escribe. O sea, nada moderna. Ahí residen sus virtudes y sus defectos. Basada en una obra teatral de Israel Horovitz  la adaptación cinematográfica a cargo del propio auteur está cargada de encanto y aroma de narración clásica, pero, al tiempo, es terriblemente acartonada y adolece de unos diálogos literarios, prácticamente imposibles de declamar:"Hay un pedazo de mí que nunca creció, pero no me maldijo Dios, sino mi padre". A pesar de la dificultad los actores contribuyen con su talento a solventar el contratiempo. Downtown Abbey, Marigold, o Harry Potter, no importa, las arrugas de Maggie Smith siempre nos ofrecen verdad. Está fenomenal, confesándole a su asombrado intelocutor que fue amante de Diango Reinhardt....
Eduardo Galán Blanco. La Voz de Galicia, domingo, 16 de agosto de 2015

domingo, 13 de septiembre de 2015

Quimper, canales y flores

Para entender mejor la efervescencia creadora que enfebreció a esta costa que llaman La Cornuaille conviene acercarse a su capital, Qimper, pocos kilómetros más al norte. Toda una sorpresa , la encantadora, Qimper, surcada por dos ríos que parecen canales asfixiados por las flores.El casco medieval está lleno de casas de entramado y colores pastel, que arropan a una catedral gótica suntuosa. Frente a la catedral, el Museo de Bellas Artes se aloja en un palacio intervenido de forma magistral por Jean Philippon, uno de los arquitectos que adaptó la estación d'Orsay como museo en París. El de Qimper aloja una buena colección de arte bretón, cuadros costumbristas y naturalistas, pero también artistas de la cuerda de Gauguin. Una amplia sección está dedicada al poeta y pintor Max Jacob, natural de Quimper con retratos suyos firmados por Picasso, Modigliani o Jean Cocteau. La casa donde nació Max Jacob es hoy un restaurante que lo mismo sirve comidas que recitales. Hijo de comerciantes judíos, estudió en Quimper hasta los 18 años, luego voló a  París. Allí conoció a Picasso, a quien alojó en su apartamento y dio clases de francés; con él compartió la bohemia dorada del París de las vanguardias. Aunque se había convertido al catolicismo tras su llegada a París, la policía nazi lo detuvo en febrero de 1944 en la abadía de Saint-Benoît-sur-Loire y lo llevó al campo de concentración de Drancy. Murió allí nueve días después. Al sur de este Finisterre bretón se encuentra Belle-Île, una isla del tamaño de Formentera que es junto con la isla de Ré, la perla turística del Atlántico francés. A Belle-Île vino a parar, al mismo tiempo que Gauguin se instalaba en Pont-Aven , el pintor Claude Monet. Solía plantar su caballete junto a las rocas de Port-Coton, obsesionado con captar una y otra vez las variaciones de la luz. Después de él hubo en la isla más pintores, Matisse entre otros. Belle-Île hace honor a su nombre. Es un oasis climático, nunca hiela, y crecen igual las plantas atlánticas que las flores mediterráneas. Su capital se llama Le Palais con un puerto refugio que ni pintado. La empezó a construir Nicolás Fouquet, intendente de Luis XIV y la rehizo Vauban, el genio de la arquitectura militar del XVII. Abajo el pueblo bulle en actividad cultural. Belle-Île tiene solo cuatro municipios, un montón de pedanías y algunos menhires. Aparte de Le Palais, el pueblo más pintoresco tal vez sea Sauzon, donde además se come de vicio. Al norte de Sauzon, La Pointe des Poulains es un paisaje deslumbrante. Eso le pareció a la actriz Sarah Bernhardt, que con sus cincuenta primaveras encima pasó por allí y vio que se vendía un fortín militar abandonado. Lo compró, hizo construir dos villas más para sus huéspedes y pasó allí los últimos treinta veranos de su vida. Los tres edificios se pueden visitar. Los recuerdos de la diva añaden una gota de drama a un paisaje salvaje, capaz de agitar por si solo las mejores pasiones.
Carlos Pacual. El País. El viajero, viernes 14 de agosto de 2015

sábado, 12 de septiembre de 2015

De Pont-Aven a Belle-Île

 Luz bretona para Gauguin y Monet. De Pont-Aven a Belle-Îlle, una ruta por el norte de Francia en busca de la magia atlántica que inspiró a grandes pintores y sedujo a la actriz Sara Bernhardt. Eran unos ingenuos. Vieron alguna gárgola ostentosa en casas centenarias y pensaron que allí había clientes para sus cuadros. Cierto que por entonces Pont-Aven era un pueblo rico, gracias al cabotaje y los molinos, con cerca de cuarenta posadas, hoteles y tugurios. Paul Gauguin apenas vendió cuadros en su vida. Pero dos cosas eran ciertas: aquel era un rincón más barato que París y era un lugar exótico, de moda. Así que empezaron a llegar pintores de Londres, Filadelfia, países nórdicos... "Los americanos", les decían los lugareños, metiendo en el mismo saco incluso a franceses con mostacho. Aquella primera generación de pintores, de corte academicista, estaba encantada con las cofias bretonas, los trajes y joyas, los calvarios, el paisaje...  Y pusieron Pont-Aven en el mapa. Cuando Gauguin llegó a Pont-Aven en 1886, pintaba aún como los impresionistas. Y en el pueblo los artistas dividían sus cuarteles: los academicistas se alojaban en el Hôtel des Voyageurs (hoy galerías de arte); los rompedores en la pensión Gloanec (que abrió luego un hotel, el actual Ajoncs d'Or). Dos años más tarde Gauguin conoció alli a Émile Bernard y, mano a mano, crearon el sintetismo , Bernard con el lienzo, Bretonas en la pradera y Gauguin con Visión después del sermón. Este lienzo fundacional, junto con Pont-Aven y su entorno, son protagonistas en la saga policíaca del comisario Dupin (El misterio de Pont-Aven, Muerte en las islas), betsellers de Jean-Luc Bannalec llevados a la televisión y al cine. Gauguin cuyo estudio se conserva tal cual, frecuentaba el cercano Bois d'Amour con sus colegas Bernard, Paul Sérusier, Meyer de Haan, Charles Filinger... Apenas una decena de pintores conocidos como la Escuela de Pot-Aven, los cuales cuando Gauguin puso rumbo definitivo a Tahití, se dispersaron, pasando a los libros como "los Nabis". En Pot-Aven quedan algunas de sus obras, en un museo que está siendo ampliado y reabrirá a finales de este año. Aparte de su aura artística y sus galletas, el pueblo sigue siendo una delicia...
Carlos Pascual. El País, El Viajero, viernes 14 de agosto

viernes, 11 de septiembre de 2015

Manu Chao, visceral e incansable

El músico francés muestra un buen estado de forma en su único concierto de este verano en España, en el Festival de las 3 Culturas de la localidad malagueña de Frigiliana. A martillo pilón, y durante dos horas y media largas, Manu Chao se desbocó la noche del domingo 30 de agosto en Frigiliana (Málaga) en el cierre del Festival de las 3 Culturas. Siempre ha sido un derroche lo suyo, pero cabría pensar que con los años -ha cumplido 54 hace un par de meses- el fuelle se resentiría. A puro salto, las suelas de las zapatillas del músico francés de ascendencia española no estuvieron ni una vez pegadas al suelo más de dos segundo seguidos. Tiró de repertorio conocido y arenga rebelde para ganarse a un público que de entrada llegaba ya entregado. La base rítmica que impusieron Garbancito a la batería y Gambeat al bajo transformó todo en un chunda chunda que, por muy machacón que a veces fuera, no perdía frescura y lograba mantener el baile. A la guitarra de palo, escoltado también por las guitarras eléctricas y acústicas de su inseparable y fiel escudero Magdid, Chao convierte todas sus frases y estribillos más célebres en una sola canción. Pero aunque vuelva una y otra vez a Me gustas tú, Próxima estación Esperanza, Qué horas son mi corazón o Clandestino ilegal no hay improvisación. Todo está controlado y cronometrado: la entrada de los vientos, los disparos de las sirenas policiales desde la mesa de efectos y hasta las frases de rigor "Gracias mi gente, gracias Frigiliana" o "La locura de Frigiliana". Acaso pueda pensarse que Chao ha perdido algo de esa sutileza con la que encandiló a medio mundo allá por los noventa cuando editó Clandestino, su disco más renombrado tras dejar atrás bandas como Mano Negra, o antes Los Carayos, o Hot Pants, pero ha ganado en intensidad y contundencia. Encadena una canción tras otra y pone voz a muchas de las injusticias que asuelan el mundo. Una enorme bandera saharaui presidió su puesta en escena; la lleva siempre desde que en 2008 visitó los campamentos de refugiados para clausurar la quinta edición del FiSahara (Festival de Cine del Sáhara.... De sencilla que es su música asombra esa capacidad de comunicar y remover algo por dentro. Es la emoción de lo honesto, de lo que se hace con el corazón. Música visceral.
Fernando Íñiguez. El País, martes 1 de septiembre

jueves, 10 de septiembre de 2015

Los hijos de la libertad

La novela Los hijos de la libertad, del superventas Marc Levy, llega al cómic. Un monumento dibujado a la resistencia. Cuesta creerlo, sin embargo, todo ocurrió de verdad. Lo dice el autor, Marc Levy, así que habrá que fiarse. Incluso cuando el relato de Los hijos de la libertad, llevado al cómic por Alain Grand, roza lo asombroso. Así, un grupo de judíos deportados por los nazis y amontonados en un tren es ametrallado por un avión aliado, convencido de atacar mercancías. Entonces Raymond, padre de Marc y protagonista de la historia, cuelga una camisa ensangrentada por una ventana. De milagro el piloto entiende y acalla sus disparos. Todos salvos. Bueno, es un decir. Porque, pese a su trazo tan vivo, Los hijos de la libertad (Planeta Cómic)  construye un relato que alterna alegrías y dramas. En sus 176 páginas, reviven las memorias de Raymond, su hermano Claude y la 35ª brigada, una treintena de jóvenes que luchó a golpes de guerrilla contra la ocupación nazi de Toulouse."No es un libro sobre la Resistencia sino sobre la acción de resistir; no sobre la guerra, sino sobre los destellos de humanidad de esos hombres y mujeres. Trata de coraje, hermandad, libertad y el significado de la palabra amor, relata el escritor (Boulogne-Billancourt, 1961). Todo ello hacía falta en la Francia de 1943, víctima del avance de Hitler en la Segunda Guerra Mundial. Tras la ocupación nazi, el país quedo divido en dos: el norte bajo la dominación alemana, y el sur, con el gobierno-títere de Vichy. Allí, frente el silencio de muchos y la colaboración de otros, un grupo de niños - en su mayoría extranjeros, de judíos huidos de sus países a españoles refugiados-, decidió plantar cara en Toulouse a los nazis. En Los hijos de la libertad cuenta su peculiar día a día: una viñeta muestra una cena entre risas, o un enamoramiento; una página después hay disparos y bombas. La obra fue un exitazo en Francia. Normal: con superventas como Ojalá fuera cierto y más de 23 millones de copias vendidas. Levy es uno de los autores franceses más leídos....
Tomaso Roch. El País, domingo 14 de junio de 2015

miércoles, 9 de septiembre de 2015

La tierra prometida

En Europa, el debate sobre la cuestión de los inmigrantes, está tomando un cariz surrealista. Se empezó construyendo ese cajón de sastre conceptual, ese engendro jurídico, los inmigrantes que no quiere decir nada y borra la diferencia, no obstante esencial, central en nuestro Derecho, entre inmigración económica e inmigración política, entre refugiados empujados por la pobreza y desplazados por la guerra, entre la famosa miseria del mundo a la que ni la mejor voluntad puede dar cabida completamente y los supervivientes de la opresión del terror, de las masacres, respecto a los cuales tenemos un deber de hospitalidad incondicional que se llama derecho de asilo. Cuando se acepta esta diferencia, es para dar rienda suelta a esa otra engañifa, a esa otra mala acción, que hace creer a unas opiniones públicas desconcertadas que esas mujeres, esos niños, esos hombres que pagan miles de euros por tener la oportunidad de embarcar en uno de los cascarones improvisados que atracan en Lampedusa o en la isla de Kos, pertenecen a la primera categoría cuando en realidad pertenecen en un 80% a la segunda, la que generan, en Siria, en Eritrea o Afganistán, el despotismo, el terror, la guerra, el extremismo religioso y la yihad, anticristiana, y que según la ley hay que examinar caso por caso, y no en tropel. Cuando hay consenso, cuando las cifras están ahí y no hay más remedio que admitir que, en la mayoría de los casos, nos encontramos ante gente que huye de la peor de las barbaries y de una muerte segura, hay quien lanza , como ha hecho el jefe de la diplomacia rusa, esa tercera nube de tinta que pretende que las guerras de las que huyen esos refugiados son las que se libran en los países árabes bombardeados (sic), cuando en realidad se trata -una vez más, ahí están las cifras - de una inmigración llegada mayoritariamente de un país árabe, Siria, en el que, precisamente, Europa y el mundo en general no han querido librar la guerra que exigía el deber de injerencia que contempla el derecho internacional cuando un déspota loco decide vaciar su país tras haber matado a 240.000 conciudadanos..... 
Bernard-Henri Lévy. El País, domingo 30 de agosto de 2015

martes, 8 de septiembre de 2015

La silla Muros en París

Un diseño del despacho compostelano Domohomo Arquitectos, de los arquitectos compostelanos Xulio Turnes Vieito y Elena López Fernández, fue seleccionado para la exposición parisina Now!Le Off que se celebra del 5 al 12 de septiembre en Francia, dentro de la Feria Internacional París Desing Week. A la cita acudirán con la silla Muros, que es "un diseño artesanal y exclusivo, donde se pone en valor las potencialidades del castaño gallego", explicó Xulio Turnes. El arquitecto gallego destacó las "altas prestaciones de la madera autóctona que además cuenta con un gran valor estético". La silla Muros es"una simbiosis entre el carpintero local, diseñador y madera autóctona" que permite demostrar que es posible sacar al mercado piezas de "alto valor añadido, extraídas del gran potencial del monte gallego". Xulio Turnes apuntó que se trata de una "vía poco explorada, pero, sin duda, con grandes oportunidades" en el campo del diseño de interiores y de muebles. La silla que se muestra en la Exposición de París estuvo previamente seleccionada para participar en la IV Bienal Iberoamericana de diseño de Madrid. Ahora su presencia en la capital francesa permitirá que la pieza se exhiba "junto con un gran elenco de jóvenes creadores seleccionados a nivel internacional". La exposición  Now! Le Off se ha convertido, a lo largo de sus años de existencia, en un trampolín para mostrar la creatividad de jóvenes talentos ante las firmas de diseño de mobiliario más consagradas del mercado. . . El despacho de los arquitectos compostelanos, al margen de desarrollar proyectos propios de arquitectura y rehabilitación, también diseña piezas únicas de mobiliario donde la presencia de la madera local es constante.
Marga Mosteiro. La voz de Galicia, martes 1 de septiembre de 2015. 

lunes, 7 de septiembre de 2015

La Pandilla de Guédégian

El cumpleaños de Ariane. Ariane no es la mujer que es, Ariene es la mujer que sigue, como un retrato de estos tiempos agitados y desasosegantes. Ariane es la protagonista de El Cumpleaños de Ariane, giro hacia la fábula onírica del hiperrealista Robert Guédéguian, pero Ariane es también Ariane Ascaride, esposa y actriz fetiche del cineasta marsellés, que con su pandilla de siempre (Darroussin,Meylan y cía) ha compuesto un canto a la amistad y una oda al (re)encuentro con nuestro lugar en el mundo, sea el que sea. Deliciosa en su primera mitad, y algo dispersa en la segunda, donde las disquisiciones en torno a la prostitución no acaban de captarse, el cumpleaños de Ariane acaba sin embargo con un giro que no por esperado resulta menos luminoso. Un desenlace de sonrisa de oreja a oreja que devuelve la vitalidad a un director que en una especie de Ariane en el país de las maravillas, con homenaje a las canciones de Jean Ferrat, sigue fidelísimo a sus convicciones. Sobre el cine, la sociedad y la vida.
Javier Ocaña. El País, 24 de julio de 2015  

domingo, 6 de septiembre de 2015

Tiempo de novela negra

He tardado mucho en incorporarme a las filas de los aficionados a la novela negra. Reconozco que por un prejuicio de considerarla literatura menor. Hace algo menos de diez años, a finales de agosto, hice mi primer gran viaje trans-oceánico a Argentina donde mi hija realizaba sus primeras prácticas en un despacho de Buenos Aires y la perspectiva de viajar sola tantas horas en avión no era muy estimulante entre otras razones por mi fama, bien ganada, de despistada, de mi tendencia a extraviar papeles, billetes o llaves. Entre las múltiple recomendaciones que recibí, mi hijo me dio dos libros de Patricia Higmisth para que el viaje se me hiciese más corto en el caso de que no me durmiese como así fue. Viajé pues acompañada de Ripley en su "Extraños en un tren" . El  avión era enorme, medio destartalado, me instalaron en una especie de altillo en la parte delantera de asientos estrechos y mal iluminados. Incómoda y en tensión me fui dejando atrapar por Tom Ripley a lo largo de una noche rara, de tal  ensoñación que casi me sentía enredada como una  de sus víctimas. A mi regreso aun seguía bajo el efecto Ripley y en pocas semanas leí casi de un tirón "El talento de Mr, Ripley", "La máscara de Ripley","El hechizo de Elsie". Aunque mi conocimiento de la  obra de Patricia Higmisth  es muy reducido ha sido suficiente para descubrir una fina conocedora del alma humana, espero encontrar la ocasión de volverla a leer. Eso sí nunca olvidaré mi encuentro con Ripley, bajo el zumbido de los motores, dos "Extraños en un avion". 
Un año después,  también en los últimos días de agosto, paso una semana en el balnerario de Mondariz. Son días difíciles, la enfermedad de mi marido ha empezado a actuar a cara descubierta. Se me recomiendan unos días de descanso para reponer fuerzas. Esta vez dos libros de Fred Vargas van en mi maleta. Agosto en Galicia es caprichoso, con frecuencia rompe a llover. En una enorme sala circular acristalada que mira caer la lluvia sobre el césped verde intenso, "los bañistas". en albornoces de blanco impecable, esperamos nuestro turno para recibir los chorros benéficos que forman parte del tratamiento. Con gusto hubiera cedido mi turno, inmersa en "Los circulos azules" con el comisario Adamsberg, que bien podría encontrarse en ese escenario de película en que me encuentraba, siguiendo una pista. Este comisario, asocial, solitario, no parece responder a la idea que nos hacemos de alguien que desempeña ese trabajo; le gusta caminar, soñar, pintarrejear, sin embargo gracias a su intuición, consigue resolver los casos. Es el tipo de hombre, según Fernando Saveter, que a las mujeres nos gustaría como novio...

sábado, 5 de septiembre de 2015

Saint-Tropez, refugio de estrellas

Antes de convertirse en playa de moda en los cincuenta y de quedar invadida por estrellas de Hollywood -y luego por celebridades sin oficio ni beneficio-, Saint-Tropez fue una pequeña localidad que solo unos happy few lograban localizar en el mapa. Por sus concurridas y empedradas calles circulan hoy personajes como Leonardo DiCaprio, Rihanna o París Hilton. Pero en su día esta antigua colonia griega, situada en una minúscula península de la Costa Azul, fue solo un pueblo de pescadores que sorbían vasos de pastis en los bares del puerto. Su improbable transformación en capital del pijerío turístico empezó en el siglo XIX. El escritor Guy de Maupassant firmó la segunda parte de Bel ami en Saint-Tropez por donde luego pasaron Gustave Flaubert o Evelyn Waugh. Pocos años después el pintor Paul Signac se instaló en el pueblo, seducido por sus atardeceres rosados. Personajes como Picasso, Jacques Précert y Anaïs Nin pasarían temporadas allí, igual que Jean-Paul Sartre, Siomone de Beauvoir y Claude Lazmann. Colette, la escritora más estelar de su época, se compró una morada en el lugar, sprprendida por "su sol formidable" y "su cielo azul eterno". Más tarde lo haría Françoise Sagan, mundana legendaria e hija pródiga de la localidad, a la que logró inmortalizar en Bonjour tristesse, novela que la convirtió en estrella literaria a los 18 años. En 1956 el estrenó de Y Dios ceó la mujer, rodada por Roger Vadim, convirtió a Saint-Tropez en un símbolo de libertad en la Francia de la posguerra. Y a su protagonista, Brigitte Bardot, en la mejor embajadora del lugar. La actriz se compró la mansión de La Mandragne, donde organizó grandes fiestas con actores como Jean-Paul Belmondo o Alain Delon. Transformada en capital yeyé  y luego en sede oficiosa del amor libre, la localidad no tardó en acoger a estrellas internacionales. Por ejemplo, Mick Jagger se casó con Blanca Pérez en este pueblo. En sus hoteles de cinco estrellas veranean hoy parejas como Brad Pitt y Angelina Jolie, Beyoncé y Jay Z, David y Victoria Beckaham o Kate Moss y Jamie Hince.
Alex Vicente. Revista de verano, E País, sábado 22 de agosto de 2015

viernes, 4 de septiembre de 2015

La Negra en París

Mercedes Sosa en Europa. En el invierno de 1979, Mercedes Sosa era la artista más popular de Argentina. Sus canciones eran himnos de libertad que desafiaban los cañones de la dictadura militar que gobernaba. Por eso, la muchacha de Tucumán que revolucionó la música en América latina, La Negra para los que la querían, fue obligada a salir al exilio y a vivir en París en un apartamento alquilado en el que le escribía a sus amigos y a personajes desconocidos para sentirse acompañada y dejar de ser por unos minutos la mujer más sola del mundo. El Gobierno le había enviado, en 1975, un mensaje con olor a pólvora en el que le daba tres días para que saliera del país. Ella aguantó tres años amparada por algunos viejos compañeros, uno de ellos armado con una pistola de calibre 22, con los que compartía el miedo diario y la aventura de salir a un escenario a dejar un mensaje social en una nación controlada por un grupo de gorilas....El episodio que decidió que la artista viajara a Europa para ponerse a salvo se desarrolló en octubre de 1978 en la ciudad de La Plata. Mercedes Sosa daba un recital en un enorme almacén y los uniformados interrumpieron la función, la arrestaron y la cachearon en pleno escenario....Después de esa noche comenzó a preparar su viaje, en febrero del año siguiente salió para Europa. Pasó algún tiempo en Madrid con algunos amigos y desde aquí alquiló el apartamento de París en el que fue a parar porque, como comentó con ironía "parece que para ser exiliado hay que ser exiliado en París". .. La cantaora escribió que, a su llegada a Europa, estaba atolondrada y llena de angustia y que se instaló en París "donde no se habla en castellano, donde todo es mucho más difícil. Yo hacía las cosas mal, iba buscando lo más difícil...No sabía qué hacer, lloraba en las calles. Mientras actuaba con éxito en todas partes, iba y venía...No terminaba de hacer pie. Los aplausos y las ovaciones no alcanzaban para sacarme del desconsuelo de la lejanía."
Raúl Rivero. El Mundo, jueves 20 de agosto de 2015

jueves, 3 de septiembre de 2015

Madame Bovary somos todos

Los infortunios de Emma Bovary se pueden leer en una nueva y excelente traducción publicada por Eterna Cadencia, realizada por el poeta y ensayista argentino Jorge Fondebrider, que se suma a las 67 traducciones previas existentes en castellano. Vista la obsesión estilística que tenía siempre Flaubert, la tarea ha resultado ardua. "Me hice a la idea de que si él tardaba dos semanas en escribir media página, yo no podía liquidar una en media hora", sonríe Fondebrider. Su versión incluye 500 notas a pie de página con información sobre la época de Flaubert, extractos de su correspondencia y opiniones de expertos. Al traductor, sin embargo le importa poco el personaje: "Bovary es lo menos fascinante. Existe un malentendido fenomenal en considerar que los personajes son el centro de esa novela. Tampoco importa demasiado la trama por más perfecta que sea. Importa el estilo y la manera de contar". "Lo curioso es que Francia que nunca prestó atención a Flaubert, se vuelva a equivocar poniendo el ojo en el personaje antes que en el escritor", concluye. ¿Qué tiene esta heroína de hace siglo y medio para seguir fascinando a nuestra época? Su influencia sigue irradiando la literatura francesa actual, como demuestran autores como Sophie Divry con La condition pavillonnaire, biografía de una esposa insatisfecha en un barrio residencial de la Francia de hoy o Éric Reinhardt quien ha novelado en El amor y los bosques (Alfaguara) la trágica existencia de una Bovary contemporánea. El otoño vendrá acompañado de dos nuevas adaptaciones cinematográficas. La primera es Primavera en Normandía que traslada la historia a la actualidad inspirándose en el cómic Gemma Bovery, de la dibujante británica Posy Simmonds. La segunda más fiel a la original, lleva por título Madame Bovary y está dirigida por la francesa Sophie Barthes, que ha escogido a la actriz australiana Mia Wasikowska como protagonista."Bovary siempre será un enigma, un personaje que intriga y cautiva. Podemos culparala de sus errores, caprichos y deseos, pero a la vez la entendemos. Con sus defectos y virtudes, lo tiene todo para ser una heroína trágica moderna", indica Barthes. Madame Bovary, c'est moi? Tal vez lo seamos todos. Para la directora Flaubert fue un visionario que supo adivinar los excesos que llevaba consigo el modelo capitalista, lo que también explicaría su notoria actualidad. Al final de la novela, el lector solo logra discernir dos vencedores: el usurero Lhereux, responsable de la deuda de Bovary y el farmacéutico Homais, emblema del burgués arribista que llegará al poder bajo Napoleón III.
Alex Vicente. Revista de verano, El País, jueves 20 de agosto de 2015

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Francia, Alemania y los refugiados

Alemania y Francia piden a la UE medidas comunes con los refugiados. La peor crisis de refugiados que vive Europa desde la II Guerra Mundial origina de nuevo divisiones y tensiones entre los Veintiocho. Lejos de vislumbrarse una respuesta común, los socios dela UE se enredan en acusaciones de insolidaridad, mientras discrepan hasta de convocar una cumbre extraordinaria para poner fin a una sangría que está costando miles de vidas. Solo Francia y Alemania han puesto sobre la mesa propuestas reclamando un trato digno para quienes huyen de la guerra y la persecución, rechazando la violencia empleada por Hungría"que no respeta los valores de la UE ", acusa París. Ante la hecatombe, en palabras del primer ministro francés, Manuel Valls, "ningún país europeo podrá enfrentarse solo; Europa debe estar a la altura". ..."No se respetan los valores de la UE poniendo  alambradas", dijo a Europe I el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius. Ni hacinándolos en descampados, como se hace sobre todo en países del Este."Deben ser tratados dignamente, alojados, cuidados", señaló Valls."Se habla del tema como si se tratara de productos, de mercancías. Son hombres, mujeres, niños, con sus sentimientos, sus esperanzas", recalcó Fabius. Hace meses que la UE debate la opción de repartir a los solicitantes de asilo entre los estados miembros, pero varios, como Hungría o España, lo rechazan. ...Berlín también reclamó una respuesta conjunta."Alemania y un puñados de otros países están recibiendo el mayor número de refugiados" dijo el portavoz de la Cancillería, Steffen Seibert.... "Con 28 Estados europeos miembros, esto no puede seguir así y tiene que haber una distribución equitativa de refugiados y mayor solidaridad", añadió, informa Enrique Müller desde Berlín. Ni siquiera el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, cree necesaria una cumbre extraordinaria. El presidente francés François Hollande, por el contrario, sostiene que debe consagrarse una cumbre al problema. Él y la canciller Angela Merkel han sido los únicos mandatarios que han propuesto fórmulas concretas....
Carlos Yárnoz, París. El País, lunes, 31 de agosto de 2015.

martes, 1 de septiembre de 2015

Bonnard en Madrid

Fundación Mapfre. Sala Recoletos. Del 19 de septiembre al 10 de enero de 2016.
"El arte de la pintura consiste en aclarar y oscurecer los tonos de los colores".
Pierre Bonnard ( Fontenay-aux-Roses,1867-Le Cannet, 1947) fue una figura decisiva en torno al nacimiento del arte moderno y, a la vez, un artista cuya producción, profundamente personal, es difícilmente clasificable. Miembro fundador del grupo simbolista de los Nabis, todos influidos por Gauguin, sus aportaciones resultan fundamentales para comprender la transición entre el post-modernismo y el simbolismo, en un momento en que la pintura estaba sufriendo una revolución radical a través del color. Desde el cuadro pequeño hasta el gran formato, del retrato al bodegón, de la escena íntima al tema pastoral, del paisaje urbano a la decoración inspirada por la Antiguedad, la obra de Bonnard nos revela un artista intuitivo y sensible. Su paleta de colores llamativos y luminosos, hace de él uno de los principales actores del arte moderno y un representante eminente de la corriente Arcadia. Como casi todos los maestros franceses de la época carecía de presencia en los museos españoles hasta la apertura del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, que posee el retrato de Misia Godebeska (1908), futura esposa del pintor catalán Sert. Posteriormente el Museo Reina Sofía sumaría otro retrato de Bonnard, de 1906, donde posan Misia y su esposo de entonces Thadée Natanson. La colección Carmen Thyssen -Bornemisza debe contar con algún otro ejemplo suyo al igual que la colección Juan Abelló que dispone de tres pinturas. La exposición ha sido organizada por el Musée d'Orsay, París, la Fundación Mapfre, Madrid, y los Fine Arts Museums of San Francisco.
www.fundaciónmapfre.org/exposiciones